Vista de la central nuclear de Vandellos-II
Greenpeace dispone de documentos e imágenes que delatan las
lamentables condiciones en que se encontraban diversos componentes
del sistema de agua de servicios esenciales cuando se produjo el
incidente mencionado. Estas mismas imágenes demuestran que el otro
sistema redundante se hallaba en condiciones semejantes, por lo que
de haberse requerido su actuación en el curso de un accidente se
podrían haber producido roturas de un alcance similar al ocurrido
en agosto pasado, lo que conduciría a una completa perdida de
refrigeración del sistema de refrigeración de servicios
esenciales.
El nivel de degradación del sistema de agua de servicios
esenciales habría hecho, sin lugar a dudas, que el sistema fallase
ante el menor movimiento de tierras o incluso con la simple demanda
de su actuación. Es por ello que los ciudadanos han estado
sometidos a un grave riesgo y sólo la fortuna de que se produjese
el fallo del sistema en condiciones normales de operación ha
evitado que se produjese un accidente muy grave en la
instalación.
Por todos los datos disponibles, Greenpeace entiende que este
suceso no puede considerarse como una simple "desviación de la
situación operacional autorizada" (definición de Suceso de Nivel 1
en la escala INES) sino claramente como un "incidente con
potenciales consecuencias para la seguridad" (definición de Suceso
de Nivel 2) por lo que resulta necesario su reclasificación.
Greenpeace considera que el CSN ha preferido minimizar la
importancia del suceso en su habitual política de manga ancha con
las centrales nucleares.
De hecho, es constatable que el CSN ocultó la gravedad del
suceso y que permitió que Vandellós-II siguiera operando varios
meses desde agosto de 2004 sin tomar las medidas pertinentes en una
situación de evidente riesgo para la ciudadanía y el medio
ambiente. No fue hasta el 14 de noviembre, fecha en la que se
produjo una parada de la central por otras causas, cuando el CSN
tomó la determinación de que para permitir que la central
continuase operando debía realizar unas reparaciones urgentes hasta
la siguiente recarga. Para Greenpeace, la actuación del CSN ha
sido, sencillamente, irresponsable.
"La gravedad del suceso y la pésima gestión que se ha hecho del
mismo han evidenciado la notable falta de cultura de seguridad de
la central nuclear Vandellós-II y la incapacidad de sus
responsables y del propio CSN de gestionar adecuadamente la
seguridad de esa instalación"-ha declarado Carlos Bravo,
responsable de la campaña de energía nuclear de Greenpeace.
Greenpeace ha pedido por escrito al CSN que aclare urgentemente
todo lo relativo a este grave incidente. En concreto, el CSN debe
explicar por qué no obligó en agosto de 2004 a parar
indefinidamente la central nuclear y a revisar con todo detalle la
situación de ese sistema antes de permitir continuar su operación.
Asimismo Greenpeace se plantea por qué el CSN esperó a que hubiera
un disparo fortuito de la central meses después, en noviembre, para
realizar ciertas reparaciones y no se exigió que las reparaciones
se realizaran con carácter de urgencia desde el primer momento.
NOTA EXPLICATIVA SOBRE EL SUCESO
Los hechos se sucedieron de la siguiente manera. El 25 de agosto
de 2004 se produjo la rotura de un tramo de tubería del sistema de
agua de servicios esenciales de la central nuclear de Vandellós-II.
A raíz de este suceso, el 26 de agosto el CSN hizo pública una nota
de prensa en la que informaba de que se había producido una fuga de
agua en un tramo de la tubería de uno de los dos sistemas de
refrigeración de servicios esenciales y aseguraba que el accidente
no había supuesto un riesgo para los trabajadores, la población o
el medio ambiente, clasificándolo de manera provisional con el
nivel 0 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES).
Con posterioridad, el 8 de octubre de ese mismo año, el CSN
hacía pública una segunda nota en la que informaba de que en el
otro sistema redundante existía una situación que hubiera podido
evolucionar de forma similar a la anterior y que por ello se
reclasificaba el suceso con el nivel 1 en la escala INES, a pesar
de lo cual se insiste en la nota sobre la ausencia de riesgo.
El 25 de noviembre siguiente el CSN emitió una nueva nota en la
que se indican las condiciones bajo las que habría suficiente
margen de seguridad. Esta nota parece ser un resumen de la carta
remitida a la central con fecha 17 de noviembre de 2004, si bien,
los términos en los que se expresa el CSN en la nota difieren
significativamente de los de la carta.
En la carta se hace referencia a "la rotura de una tubería del
sistema de agua de servicios esenciales" y no a una simple
"fuga
". Aún más significativo si cabe, en la nota de prensa del CSN
se omite la mención que se hace en el punto 6 de su carta del 17 de
noviembre de 2004 sobre "deficiencias del titular manifestadas en
la gestión de la seguridad del sistema EF [de aguas esenciales]".
Estas importantes diferencias vuelven a poner de manifiesto la
reiterada intención del CSN de minimizar la importancia de los
sucesos que ocurren en las centrales nucleares frente a la opinión
pública.
¡Hazte Socio de Greenpeace!
Greenpeace es una organización independiente, que no acepta
donaciones ni presiones de gobiernos, partidos políticos o empresas
y cuya actividad depende exclusivamente de las aportaciones
voluntarias de socios y simpatizantes. Si quieres ayudar a
Greenpeace, hazte socio
ahora