Greenpeace presentó esta mañana en rueda de prensa el informe, “El DDT en España, un caso único en Europa”, en el que denuncia el caso de la única fábrica en Europa que aún utiliza DDT, la planta de Montecinca, S.A. en Monzón (Huesca). La fábrica produce pesticida dicofol, que utiliza el DDT como producto intermedio y vierte directamente el río Cinca, afluente del Ebro.
Complejo industrial de Montecinca, S.A. - único en Europa que fabrica dicofol.
El pasado junio, Greenpeace realizó una toma de muestras de
sedimentos en el canal de desagüe por el que la empresa Montecinca
vierte al río. Los análisis realizados por la Universidad Autónoma
de Madrid sobre las muestras, y que están recogidos en el informe,
revelan una alta contaminación por DDT. La concentración encontrada
en los sedimentos recogidos por Greenpeace (75,32 ppm) es 2.140
veces superior a los resultados de análisis realizados por la
Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) en el punto de muestreo
más cercano (0,0357 ppm). Además esta concentración supera en más
de 3.000 veces los Valores Objetivos de Calidad establecidos por la
propia CHE.
La diferencia de los resultados entre estos datos cuestionan la
validez de la elección de los puntos de muestreo elegidos por la
Confederación, así como el interés real de la CHE por conocer el
alcance del problema.
Las analíticas de Greenpeace resultan aún más preocupantes si
tenemos en cuenta que la empresa Montecinca realizó un dragado del
canal de desagüe para eliminar los sedimentos como parte de las
obras de mejoras ambientales. Esto quiere decir que el grado de
contaminación que arrojan los análisis es resultado sólo de los
últimos cinco años de producción.
Los vertidos de la planta Montecinca al río, hoy por hoy
permitidos, contaminan el agua, los sedimentos y se incorporan a la
cadena trófica amenazando la salud de la fauna de la zona y, en
última instancia, la salud pública, como ha advertido recientemente
el Instituto Nacional de Toxicología.
"Ni el Gobierno de Aragón ni la Confederación pueden cerrar los
ojos por más tiempo a las continuas agresiones de Montecinca. Si no
actúan de forma urgente para velar por el medio ambiente y por la
salud de la ciudadanía serán los responsables por omisión de la
destrucción del entorno tanto de Aragón como de Cataluña" -ha
afirmado Sara del Río, responsable de la campaña de tóxicos de
Greenpeace.
El DDT es un compuesto muy persistente en el medio ambiente, al
igual que sus productos de degradación. Tiene una alta tendencia a
la bioacumulación en los seres vivos y la exposición tanto al DDT
como a sus productos de degradación se ha relacionado con efectos
sobre el feto, con la disrupción hormonal, con efectos a largo
plazo en el sistema nervioso y con algunos tipos de cáncer. El DDT
es, además, muy tóxico para los organismos acuáticos, las aves y
los mamíferos.
Aunque España ratificó en mayo el Convenio de Estocolmo sobre
Contaminantes Orgánicos Persistentes, debe dar un paso más en su
compromiso de eliminar estos peligrosos contaminantes y erradicar
completamente la liberación de DDT al medio ambiente prohibiendo la
producción de dicofol. Con más razón, cuando existen alternativas a
este acaricida disponibles en el mercado y, por tanto, se podría
aplicar el Principio de Sustitución.
"Habiendo alternativas al diocofol en el mercado, no es
aceptable que las Administraciones sigan permitiendo que los ríos
Cinca y, por extensión, el Ebro y las poblaciones que viven en ese
entorno sean víctimas de la liberación de DDT al medio ambiente"
-ha declarado Mario Rodríguez, director de campañas de
Greenpeace.
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