Pulpo capturado por los métodos de pesca del arrastre de profundidad en aguas del Atlántico Norte, poniendo al descubierto un método de pesca que ha sido denunciado por destrozar los ecosistemas de profundidad que albergan multitud de vida marina,
A las 11 de la mañana ha comenzado en la Plaza de las
Provincias, junto a la entrada del Ministerio de Asuntos Exteriores
un peculiar "mercado" donde Greenpeace ha expuesto cientos de
ejemplares procedentes de la destrucción de las profundidades
marinas. Los activistas de Greenpeace pretendían mostrar cuál es el
resultado de la destrucción causada por la falta de acción de los
Gobiernos frente a la pesca de arrastre de profundidad en aguas
internacionales.
Una veintena de activistas han mostrado tiburones de
profundidad, cangrejos gigantes, estrellas de mar, peces talismán,
cangrejos ermitaños, equinodermos, anélidos... todos ellos
procedentes de barcos arrastreros de profundidad, un tipo de pesca
que tira por la borda aproximadamente el 50% de lo que captura en
sus redes al no considerar a estas especies de interés
comercial.
Greenpeace ha solicitado al Ministro de Asuntos Exteriores,
Miguel Ángel Moratinos, que tome una decisión sobre la protección
de las profundidades marinas que actualmente se debate en la
Asamblea General de Naciones Unidas. Hasta el momento, la postura
española en contra de la conservación de las profundidades marinas
ha sido decidida tan sólo por los responsables de pesca, quienes
han olvidado por completo la protección de la biodiversidad de los
fondos y la responsabilidad de todos los países en la protección de
unas áreas situadas en aguas internacionales y, por lo tanto,
patrimonio de toda la humanidad.
"No podemos consentir que la ceguera de los responsables de
Pesca destruya los fondos marinos. Tan sólo estamos pidiendo a
Naciones Unidas un "tiempo muerto" para proteger los arrecifes de
coral y las miles de especies de profundidad que viven asociados a
ellos antes de que sea demasiado tarde", ha declarado María José
Caballero, responsable de la Campaña de Océanos de Greenpeace.
Greenpeace ha entregado una carta que representa las firmas de
17.500 ciudadanos que solicitan al Ministerio de Asuntos Exteriores
que no deje pasar esta oportunidad única de proteger los fondos
marinos y los 100 millones de especies que albergan, según calculan
los científicos. Esta semana es vital para conocer la decisión que
adoptarán los gobiernos en la Asamblea General de Naciones
Unidas.
Por otra parte, el buque Esperanza, continua navegando en aguas
del Atlántico Norte para denunciar la destrucción causada por los
barcos arrastreros de profundidad. Este método de pesca es
considerado como el más dañino de todos cuantos existen para la
vida de los fondos marinos.
"Cuando las redes arrastran las profundidades están destruyendo
todas sus funciones ecológicas, como ser áreas de alimentación y
reproducción para gran variedad de especies, muchas de ellas con
valor comercial y, por tanto, un recurso económico incalculable si
se gestiona y conserva adecuadamente", declaró María José
Caballero.
Greenpeace considera que una moratoria sobre este tipo de pesca
que obligue a los Estados a regularlo y a proteger las áreas más
valiosas situadas en aguas internacionales contribuirá de forma
definitiva a proteger las especies de valor comercial, y por tanto,
a asegurar un futuro sostenible para la pesca.
"Tan sólo 40 barcos de los 8.800 que tiene la flota gallega se
dedican a este tipo de pesca que está arrasando las profundidades
marinas antes de que la ciencia haya tenido tiempo de explorarlas.
Si queremos que el sector pesquero sobreviva, debemos cambiar el
modelo y evitar prácticas tan agresivas como la pesca de arrastre
de profundidad" añadió Caballero.
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