Cabo Cortés
La empresa española Hansa Urbana quiere construir en Baja California Sur (México) un mega-proyecto turístico que se llama Cabo Cortés. El proyecto se extendería en más de 3.800 hectáreas y supondría crear un núcleo de población más del doble de grande que la ciudad más cercana, Los Cabos, con infraestructuras como puerto deportivo, campos de golf, aeropuerto y una gran desaladora, entre otras.
Parque Nacional Cabo Pulmo, Baja California. México. © Ralph Lee Hopkins.
El proyecto es limítrofe con el Parque Nacional de Cabo Pulmo, una de las zonas del Golfo de California mejor conservadas y con más biodiversidad. Cabo Pulmo es una pequeña localidad, de poco más de 100 habitantes, y frente a su costa se encuentra el arrecife de coral más grande del Golfo de California y debido a su antigüedad, podría tratarse del arrecife más viejo del Pacífico americano.
Por su importancia ecológica y para protegerlo de la sobreexplotación pesquera, un grupo de pobladores originarios de Cabo Pulmo se organizó, y con el apoyo de la Universidad Autónoma de Baja California Sur, en 1995 se creó una reserva marina de más de 7.000 hectáreas, con la categoría de Parque Nacional.
Cabo Pulmo y sus habitantes han apostado por la conservación, que ha logrado una gran recuperación de especies y que la zona sea ahora la que cuenta con mayor diversidad biológica del Golfo de California. Ahora viven del ecoturismo: cifras controladas de visitantes que están interesados en la naturaleza, el buceo, y la observación de tortugas marinas, ballenas, tiburones y mantas gigantes, entre otras especies.
Si Cabo Cortés sigue adelante, este maravilloso santuario puede verse gravemente dañado. La empresa ha obtenido los permisos para construir, pese a que el proyecto violaría varias leyes nacionales e internacionales, y aunque autoridades relevantes consideraron que no debía seguir adelante.
La comunidad de Cabo Pulmo, que vive del ecoturismo, se opone a que salga adelante. Greenpeace también.