¡Gracias a todos/as por vuestro apoyo para defender el arrecife de Cabo Pulmo!



El presidente mexicano, Felipe Calderón, acaba de anunciar la cancelación del mega-proyecto turístico Cabo Cortés. Su comunicado presenta dos motivos: la necesidad de conservar los recursos y el incumplimiento por parte de la promotora, la española Hansa Urbana, de los requerimientos ambientales necesarios. Esos argumentos son los que hemos defendido durante más de dos años para exigir la cancelación. Por eso desde Greenpeace creemos que si Calderón ha tomado ahora esta decisión es gracias a las 222.000 firmas que entregamos hace dos semanas, de ciudadanos que exigían frenar el proyecto. Por eso podemos decirlo claramente: ésta es una victoria de los ciudadanos frente a los intereses depredadores de las empresas.

Cabo Cortés fue presentado por la empresa española Hansa Urbana. Se trata de un mega-proyecto equivalente en tamaño a Cancún, donde se ocuparía una extensión superior a 3,800 hectáreas para construir una marina de 490 amarres, instalada sobre las dunas costeras, 27.000 habitaciones y dos campos de golf, entre otras infraestructuras y despropósitos. Esto se autorizó en un proceso plagado de irregularidades, y contra la opinión de las principales agencias medioambientales del propio gobierno. Todo ello, en el área limítrofe con el Parque Nacional de Cabo Pulmo.

Cabo Pulmo es un Parque Nacional Marino, protegido desde 1985, y una de las reservas biológicas más ricas del planeta, además de ser Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO. La población, un pequeño núcleo que desde siempre vivió de la pesca, apostó a la conservación y vive del cuidado del parque y del ecoturismo. No quieren el proyecto, sino garantizar su modo de vida y la supervivencia del lugar.

Greenpeace lleva trabajando desde el año 2010 para que este proyecto no se llevara a cabo. Y ahora, creemos que la cancelación del proyecto es ante todo una victoria de los ciudadanos, y que los funcionarios responsables de dar la autorización ilegal a este proyecto deben asumir sus responsabilidades y dimitir, o ser obligados a ello.

También creemos que este triunfo es un hito de cara al futuro, y debe servir de ejemplo, en México y también en España, de que otro modelo de turismo y de apuesta de futuro por el litoral es posible. Porque Hansa Urbana es sólo un ejemplo de empresas españolas vinculadas al sector inmobiliario y turístico que han devastado primero nuestras costas y luego, con la crisis, han ido a promover el mismo modelo destructivo en otros lugares, como México, sin tener en cuenta las consecuencias de largo plazo que ya se están viendo aquí. La cancelación de Cabo Cortés debería servirles de lección, y mostrar que otro modelo de desarrollo y de turismo es posible, pese a que no sirva a sus intereses.

Mabel González Bustelo (@MabelBustelo), área de Investigación de Greenpeace

- Post 6/06/2012: Más de 220.000 personas exigen cancelar el proyecto Cabo Cortés
- Post 31/05/2012:
200.000 personas votan para defender Cabo Pulmo: ¡gracias!
- Post 9/05/2012:
Hansa Urbana, de nuevo bajo los focos

¡Gracias a todos/as por vuestro apoyo para defender el arrecife de Cabo Pulmo!

 

El presidente mexicano, Felipe Calderón, acaba de anunciar la cancelación del mega-proyecto turístico Cabo Cortés. Su comunicado presenta dos motivos: la necesidad de conservar los recursos y el incumplimiento por parte de la promotora, la española Hansa Urbana, de los requerimientos ambientales necesarios. Esos argumentos son los que hemos defendido durante más de dos años para exigir la cancelación. Por eso desde Greenpeace creemos que si Calderón ha tomado ahora esta decisión es gracias a las 222.000 firmas que entregamos hace dos semanas, de ciudadanos que exigían frenar el proyecto. Por eso podemos decirlo claramente: ésta es una victoria de los ciudadanos frente a los intereses depredadores de las empresas.

 

Cabo Cortés fue presentado por la empresa española Hansa Urbana. Se trata de un mega-proyecto equivalente en tamaño a Cancún, donde se ocuparía una extensión superior a 3,800 hectáreas para construir una marina de 490 amarres, instalada sobre las dunas costeras, 27.000 habitaciones y dos campos de golf, entre otras infraestructuras y despropósitos. Esto se autorizó en un proceso plagado de irregularidades, y contra la opinión de las principales agencias medioambientales del propio gobierno. Todo ello, en el área limítrofe con el Parque Nacional de Cabo Pulmo.


Cabo Pulmo es un Parque Nacional Marino, protegido desde 1985, y una de las reservas biológicas más ricas del planeta, además de ser Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO. La población, un pequeño núcleo que desde siempre vivió de la pesca, apostó a la conservación y vive del cuidado del parque y del ecoturismo. No quieren el proyecto, sino garantizar su modo de vida y la supervivencia del lugar.

 

Greenpeace lleva trabajando desde el año 2010 para que este proyecto no se llevara a cabo. Y ahora, creemos que la cancelación del proyecto es ante todo una victoria de los ciudadanos, y que los funcionarios responsables de dar la autorización ilegal a este proyecto deben asumir sus responsabilidades y dimitir, o ser obligados a ello.

 

También creemos que este triunfo es un hito de cara al futuro, y debe servir de ejemplo, en México y también en España, de que otro modelo de turismo y de apuesta de futuro por el litoral es posible. Porque Hansa Urbana es sólo un ejemplo de empresas españolas vinculadas al sector inmobiliario y turístico que han devastado primero nuestras costas y luego, con la crisis, han ido a promover el mismo modelo destructivo en otros lugares, como México, sin tener en cuenta las consecuencias de largo plazo que ya se están viendo aquí. La cancelación de Cabo Cortés debería servirles de lección, y mostrar que otro modelo de desarrollo y de turismo es posible, pese a que no sirva a sus intereses.

 

Mabel González Bustelo, área de Investigaci