Comunicado de prensa - diciembre 15, 2005
Los 24 activistas de Greenpeace que el pasado 26 de abril participaron en una protesta pacífica para alertar sobre el funcionamiento peligroso de la central nuclear de Vandellós II, han sido juzgados, ante el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Reus (Tarragona).
Activistas de Greenpeace "cierran" la nuclear de Vendellós-2 para recordar a Zapatero su compromiso de abandonar la energía nuclear. En la imagen activistas dentro de la central de Vandellós-2.
El juicio ha quedado visto para sentencia y el Ministerio Fiscal
ha solicitado una pena de 50 días multa a razón de 12 euros diarios
para cada uno de ellos, una suma de 14.400 euros. El abogado de
Greenpeace, José Manuel Marraco, ha solicitado la libre absolución
de los mismos al entender que se había realizado una protesta
pacífica en el ejercicio de sus derechos ciudadanos, poniendo de
manifiesto el grave problema medioambiental que supone la central
nuclear.
La acción que se realizó en Vandellós II pretendía poner en
evidencia la falta de seguridad de la central nuclear, que ha
estado funcionando en lamentables condiciones varios meses poniendo
en peligro la salud ambiental y de las personas. El Consejo de
Seguridad Nuclear (CSN) ha reconocido que este suceso es el segundo
más grave de la industria nuclear en España después del accidente
de Vandellós-I. Una razón más que suficiente para que, en el
juicio, Greenpeace haya recordado al gobierno socialista que
mientras sigan abiertas las centrales nucleares la seguridad de los
ciudadanos y del medio ambiente estará en riesgo.
Durante la protesta se pidió al presidente Zapatero que
cumpliera con el plan de abandono de la energía nuclear que anunció
en su discurso de investidura, y recogido a su vez en el programa
electoral del PSOE y en el Acuerdo Programático PSOE-Los
Verdes.
La central nuclear de Vandellós II sufre el envejecimiento
progresivo de los reactores, fallos propios de una tecnología
intrínsecamente peligrosa. Además, tiene un problema de corrosión
del sistema de agua de servicios esenciales.
El pasado 26 de abril, 24 activistas de Greenpeace cerraron
simbólicamente la central nuclear Vandellós-II (Tarragona) mediante
la colocación en la puerta principal de acceso a esta instalación
de un candado gigante con el lema "Zapatero: cumple tu palabra,
ciérralas" en alusión al compromiso del presidente del Gobierno de
abandonar la energía nuclear en España y sustituir las centrales
nucleares por "energías más limpias, más seguras y menos costosas",
según reza el programa electoral del PSOE. Junto al candado, varios
activistas desplegaron una pancarta con el lema "Por seguridad,
abandonemos la energía nuclear" e instalaron 5 molinos eólicos de 3
metros de altura en el interior del perímetro de la central
nuclear.