Desarme convencional
Desde el final de la Guerra Fría, todos los años hay una media de 25 conflictos armados abiertos en todo el mundo. Desde Filipinas hasta Colombia, pasando por Oriente Medio y Asia Central y buen número de países africanos, se trata de un arco de inestabilidad donde múltiples actores luchan por poder político, territorio y por el control de economías ilegales de guerra y de recursos naturales.
La inmensa mayoría de las guerras contemporáneas son guerras internas, intraestatales, que se libran sobre todo con armas pequeñas y ligeras y cuya principal víctima es la población civil: en torno a un 90% de las víctimas totales de los conflictos son civiles.
La proliferación de armas no es la causa de la guerra ni de la violencia, pero la hace más probable, multiplica los puntos de violencia, incrementa la letalidad de la misma y la hace más difícil de abordar.
Desde Greenpeace creemos que son necesarias normas internacionales para regular el comercio de armas, y que cada país debe regularlo a nivel nacional y asumir sus responsabilidad. Después de más de 10 años de campaña, hemos logrado que el Gobierno español apruebe una Ley de Comercio Exterior de Material de Defensa y de Doble Uso, que regula las exportaciones españolas de armamento.
Más información:
- Contrainforme 2009
- Valoración sobre la ley
- Aspectos más positivos y negativos de la nueva ley
- 10 años de campaña de desarme convencional