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Greenpeace considera que los cargos de piratería contra los activistas del Arctic Sunrise son un ataque al derecho a la protesta pacífica

Hasta ahora se conocen los cargos de cinco de los detenidos, entre ellos un cámara independiente, que se enfrentan a condenas de hasta 15 años de prisión

Comunicado de prensa - octubre 2, 2013
El fiscal del estado ruso ha acusado hoy de piratería a cuatro activistas de Greenpeace, detenidos tras llevar a cabo una protesta pacífica contra la extracción de petróleo en el Ártico. Además de los miembros de Greenpeace, también está acusado de piratería un cámara independiente, acusación que conlleva una pena de prisión de hasta 15 años.

Greenpeace considera estos cargos extremos y desproporcionados y que suponen un ataque contra el derecho de protesta pacífica. Es de esperar que los cargos presentados sean extendidos al resto de los activistas de Greenpeace en las próximas horas y días.

"El único delito de los hombres y mujeres que están recibiendo el cargo de piratería es tener conciencia. Esto es un ultraje y representa nada menos que un asalto al principio mismo de la protesta pacífica. Cualquier afirmación de que estos activistas son piratas es tan absurda como abominable. Es completamente irracional y está diseñada para intimidarnos y silenciarnos, pero no nos acobardarán”,  ha declarado el director ejecutivo de Greenpeace Internacional, Kumi Naidoo, al conocer la noticia.

Hasta el momento, se ha acusado de piratería a la tripulante Ana Paula Alminhana de Brasil, al cámara freelance Kieron Bryan del Reino Unido, a la activista finlandesa Sini Saarela, al activista ruso Roman Dolgov y al sueco-estadounidense Dima Dima Litvinov. En twitter se puede seguir de manera inmediata todo lo relativo a este caso.

"Esta es la amenaza más grave hacia el activismo pacífico de Greenpeace desde que los agentes de los servicios secretos franceses hundieron el Rainbow Warrior y causaron la muerte de nuestro compañero el fotógrafo Fernando Pereira, cuando protestábamos contra las pruebas de armas nucleares francesas en el Pacífico. Tres décadas más tarde, nos enfrentamos de nuevo a una grave situación, la perspectiva de un largo período en una cárcel rusa para los 30 activistas de Greenpeace que, en el Arctic Sunrise, luchaban contra los poderosos intereses de la industria petrolera. Hago un llamamiento a las personas de todo el mundo, a cualquiera que alguna vez levantó su voz en apoyo de algo en lo que creía, y en especial a la población rusa, para ayudarlos en  este momento y unirse a nosotros para exigir la liberación de los 30 del Arctic”, ha añadido Naidoo .

"El  valiente equipo de nuestro barco, el Arctic Sunrise, realizó una protesta contra la plataforma de  Gazprom  para dar testimonio de la destrucción lenta pero inexorable del Ártico. El hielo está retrocediendo, las compañías petroleras están yendo hacia el norte para extraer esos combustibles que están impulsando ese retroceso, los seres vivos están en riesgo, incluyendonos a nosotros. Treinta hombres y mujeres, algunos jóvenes, otros no tan jóvenes, todos sintieron la obligación moral e hicieron algo al respecto. Al igual que en años anteriores, la determinación y el coraje necesarios para conseguir un futuro mejor para nuestros hijos requiere sacrificio personal, un sacrificio que los 30 del Arctic están haciendo. Protestaron en beneficio de todos nosotros. Ahora tenemos que unirnos y estar con ellos", ha concluido el director de Greenpeace.

Los 28 activistas, un fotógrafo y un cámara freelance, participaron en una protesta en contra de la plataforma de perforación Prirazlomnaya de Gazprom en el Ártico el 18 de septiembre. Dos activistas intentaron escalar el lado de la plataforma y colgar una bandera. Hoy Greenpeace publica las fotografías del momento en el cual los servicios de seguridad rusos abordaron, desde un helicóptero, la cubierta del Arctic Sunrise y se apoderaron de la nave a punta de pistola. Las fotografías muestran claramente la actitud pacífica de los activistas que no presentaban ninguna amenaza para las autoridades rusas.

"Pido a la gente que mire estas fotografías y decida por sí misma si los activistas con los brazos en alto y armas apuntando a su pecho pueden ser descritos como piratas", dijo Kumi Naidoo.

La semana pasada el presidente Vladimir Putin rechazó la idea de que los manifestantes de Greenpeace fueran piratas. "Es absolutamente evidente que, por supuesto, no son piratas", dijo.

El número de personas en el mundo que han escrito a las embajadas rusas para exigir la liberación de los activistas y los periodistas independientes ha alcanzado hoy un millón. Entre los que piden la liberación de los 30 de Arctic están el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, Amnistía Internacional, Human Rights Watch y el actor Ewan McGregor.

El capitán del Arctic Sunrise, Peter Willcox - ahora en una cárcel rusa - fue el capitán del Rainbow Warrior cuando fue bombardeado en 1985.


Notas:

Cualquier acusación de piratería contra los activistas pacíficos que trataban de proteger el medio ambiente del Ártico no tiene fundamento en el derecho internacional.

En virtud del artículo 227 del Código Penal de Rusia, la piratería se define como un "asalto a un buque de alta mar o de un barco por el río con el objetivo de capturar la propiedad de otras personas, comprometida con el uso de la violencia o la amenaza de su uso". En virtud del Artículo 101 de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, la piratería se define como "todo acto ilegal de violencia o de detención o todo acto de depredación cometidos con un propósito personal por la tripulación o los pasajeros de un buque privado o de una aeronave privada”. La protesta pacífica no se incluye en ninguna de estas definiciones.

La piratería solo se aplica cuando se trata de apoderarse de las propiedades con violencia o con amenazas de violencia, no a una protesta pacífica. La piratería solo puede ser cometida contra un buque. El Prirazlomnaya es una plataforma fija, como la propia Gazprom reconoce. En ningún momento durante la protesta de Greenpeace hubo ningún intento de capturar la plataforma Prirazlomnaya. Dos escaladores trataron de subir a los costados de la plataforma para llamar la atención de los medios sobre la extracción de petróleo en el Ártico. Greenpeace fue fundada hace más de 40 años sobre los principios de la no violencia, el ser testigos y la protesta pacífica. En ningún momento durante la protesta contra la plataforma Prirazlomnaya,  los activistas de Greenpeace hicieron uso de la violencia o amenazaron con ella.

Caracterizar a nuestros manifestantes pacíficos como "el enemigo de la humanidad", como los piratas han sido considerados tradicionalmente, es no solo inadecuado sino que socava los esfuerzos de la comunidad internacional para luchar contra la piratería verdadera diluyendo el consenso internacional sobre la definición de este delito.

Los expertos legales están de acuerdo con el análisis de Greenpeace. Dr. Douglas Guilfoyle, profesor de Derecho Internacional en la Universidad College de Londres y un reconocido experto en piratería, concluyó que "las acciones de Greenpeace no son remotamente comparables con la piratería". Prof. Eugene Kontorovich, Profesor de Derecho Internacional en la Universidad de Northwestern en Chicago, dijo que "las actividades de Greenpeace no son piratería por varias razones... La piratería requiere actos de violencia o de detención. Aquí, el activista de Greenpeace simplemente puso un cartel en la plataforma. Esto no constituye violencia".

El presidente Putin dijo en 2000, "para ser honesto, siempre he admirado a las personas que dedican su vida a los problemas ambientales. He visto con asombro cómo un grupo de personas en un pequeño bote tratan de oponerse a un enorme barco militar o industrial. Debo decir que esto solo puede inspirar simpatía".