Comunicado de prensa - diciembre 18, 2004
Greenpeace ha manifestado hoy su decepción ante los resultados de las conversaciones en la cumbre sobre cambio climático, y su indignación con Estados Unidos y Arabia Saudí por su táctica de obstruir y retrasar la conclusión de acuerdos deliberadamente. Este acuerdo significa que las discusiones sobre las futuras reducciones de gases de efecto invernadero no avanzarán durante el año próximo, y no aseguran que los países que más riesgos corren por los impactos del cambio climático consigan la ayuda que necesitan de los países industrializados.
Acción de protesta contra la política de Bush, sobre el cambio climático
Greenpeace ha manifestado hoy su decepción ante los resultados
de las conversaciones en la cumbre sobre cambio climático, y su
indignación con Estados Unidos y Arabia Saudí por su táctica de
obstruir y retrasar la conclusión de acuerdos deliberadamente. Este
acuerdo significa que las discusiones sobre las futuras reducciones
de gases de efecto invernadero no avanzarán durante el año próximo,
y no aseguran que los países que más riesgos corren por los
impactos del cambio climático consigan la ayuda que necesitan de
los países industrializados.
"Esperamos que todos hayan tomado nota de las tácticas de
intimidación y bloqueo de EE. UU. en estas negociaciones. Por este
motivo tenemos un acuerdo que apenas mantiene el proceso en marcha"
- ha declarado el portavoz de Greenpeace, Steve Sawyer- "Este
acuerdo implica que no existirá, durante los próximos doce meses,
el avance que necesitamos en las negociaciones sobre las futuras
reducciones de emisiones, y las medidas de adaptación distan mucho
de ser las adecuadas."
En el acuerdo inicial se contemplaban una serie de reuniones
informales para hablar del futuro del régimen climático. Ante la
insistencia de EE.UU. estas reuniones se redujeron a un
"seminario". Los EE.UU. exigían que la agenda de esta reunión no
incluyera ninguna discusión sobre las futuras reducciones de
emisiones, ni que fuera referente en las próximas negociaciones.
Estas exigencias finalmente fueron aceptadas para poder seguir
adelante, aunque con un seminario informal.
Arabia Saudí apoyó a los EE.UU. durante toda la reunión y
además, obstaculizó los avances imponiendo condiciones sobre la
disponibilidad de ayuda financiera para la adaptación de los países
en vías de desarrollo. Exigían a cambio compensaciones derivadas de
la pérdida de sus ingresos procedentes de la venta de petróleo,
debido a que sus economías se verán afectadas si el mundo empieza a
abandonar el consumo de combustibles fósiles.
"Es indecente que Arabia Saudí se pelee por unas migajas
mientras los países menos desarrollados del mundo tienen que
enfrentarse a inundaciones, sequías y catástrofes" -añadió Sawyer-
"Tratar de negociar con EE.UU. es peligroso. Intentan impedir
cualquier diálogo y no son capaces de negociar con honestidad. Son
ilegítimos con la ciencia, su negativa a aceptar la responsabilidad
sobre los impactos causados en los países en vías de desarrollo es
inmoral y sus argumentos de negociación son absurdos. Avanzaremos
realmente para poder atenuar el cambio climático si lo hacemos sin
EE.UU."
Las negociaciones del año que viene reunirán por primera vez a
los países que han ratificado el Protocolo de Kioto, EE.UU. sólo
podrá asistir como observador mientras no lo ratifique
Fin del comunicado