Activistas de Greenpeace frente al Ministerio de Medio Ambiente turco pidiendo la retirada de las cenizas tóxicas del MV Ulla
Después de la acción frente al Ministerio de Medio Ambiente, los
activistas han sido invitados a una reunión con Mustafa Ozturk,
Subsecretario del Ministerio de Medio Ambiente. En la reunión
Ozturk ha dicho que la decisión sobre la retirada de los residuos
del buque podría tardar aproximadamente 15 días. Pero para
Greenpeace tener que esperar otras dos semanas es inaceptable ya
que el hundimiento tuvo lugar hace ya 15 días. Además Greenpeace ha
pedido al Ministerio turco que haga público si tiene un plan de
emergencia y que informen a la opinión pública.
El MV Ulla se hundió el 6 de septiembre cuando esperaba a ser
devuelto de nuevo a su país de origen, España. El buque estaba
atracado desde hacía cuatro años en la bahía de Iskenderun con un
cargamento de residuos peligrosos. La nave, abandonada en el puerto
desde junio de 2000, fue embargada por el Ministerio de Medio
Ambiente turco debido a su cargamento ilegal de "cenizas volantes"
procedentes de centrales térmicas españolas. Los análisis mostraron
que estas cenizas contenían altos niveles de cromo VI, clasificado
como peligroso para la salud y no permitido en el país*.
"El Ministerio turco de Medio Ambiente debería responsabilizarse
por el desastre de MV Ulla. Han fallado y siguen fallando la
protección de las aguas turcas. Están tardando mucho en responder,
tal como lo han hecho durante años. Si no se actúa con rapidez los
residuos pueden dispersarse por el mar en cualquier momento." ha
declarado Banu Dokmecibani, responsable de la campaña de Tóxicos de
Greenpeace Mediterráneo .
En 2002 el Gobierno español aceptó traer los residuos de vuelta
a España, sin embargo el proceso legal en Turquía lo impidió.
Mientras tanto el buque fue abandonado con su carga de residuos
tóxicos. Tanto Greenpeace como expertos independientes advirtieron
a las autoridades repetidamente de que el buque, de 35 años de
antigüedad, podría hundirse en cualquier momento. Además, el
Gobierno español ofreció ayuda urgente al Gobierno turco después de
que el buque se hundiera. Los dos gobiernos se reunirán en Ginebra
la próxima semana, donde tendrá lugar la cuarta reunión de las
partes del Convenio de Basilea, pero puede que sea demasiado tarde
para que se limpie la zona.
Greenpeace ha enviado cartas al Presidente y al Primer Ministro
de Turquía para que asuman la responsabilidad del desastre, ya que
el Ministerio de Medio Ambiente no está haciendo su trabajo. "El
Gobierno español y el Gobierno turco tendrán cooperar para retirar
los residuos tóxicos del mar antes de que sea demasiado tarde." ha
declarado Julio Barea portavoz de Greenpeace España.
El pasado 14 de septiembre, un equipo de buzos de Greenpeace se
sumergió en la zona donde se encuentra hundido el MV Ulla para
documentar la situación y obtener muestras que permitan identificar
si los residuos tóxicos ya se han dispersado en el mar. El
documento gráfico y las muestras fueron enviados a un comité de
expertos independiente que hará un informe sobre las consecuencias
del accidente.
Nota
*El Convenio de Basilea es un acuerdo de Naciones Unidas que
regula la exportación de residuos tóxicos de países miembros de la
OCDE a países que no pertenecen a este organismo. El artículo 10/1
dice: "Las partes cooperarán para mejorar y alcanzar una gestión
medioambientalmente adecuada de los residuos, peligrosos o no".
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