Comunicado de prensa - agosto 6, 2008
La visita no anunciada celebrada hoy de la Directora General de Costas del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Alicia Paz, junto a altos cargos de la Junta de Andalucía y directivos de Fertiberia S.A. a las balsas de fosfoyesos, que esta empresa tiene en las marismas de Huelva, hace sospechar a Greenpeace sobre posibles negociaciones a espaldas de la sociedad en torno a este grave problema sanitario y ambiental.
Miembros de Greenpeace bloquean dos tuberías de la factoría de Fertiberia en Huelva con el lema "no a la contaminación de la ría".
Mientras a los grupos ecologistas se les retrasa continuamente
las fechas para reunirse con la Directora General de Costas, y así
tratar la solución a los vertidos de fosfoyesos en Huelva, además
de poner trabas, por parte del Ministerio de Medio Ambiente y de la
Junta, para acceder a la información, estas Administraciones se
reúnen con Fertiberia sin contar con el resto de agentes implicados
en el caso.
Ayer mismo se conocía que Fertiberia reducía prácticamente a la
mitad su capital social (de 100,73 millones de euros a 54,45
millones de euros). "Sería preocupante que esta descapitalización,
y quizá otras próximas, facilitaran a Fertiberia declararse
insolvente para evitar hacerse cargo de los costes de la
descontaminación y recuperación de las marismas de Huelva", -ha
declarado Julio Barea, responsable de la campaña de Contaminación
de Greenpeace.
"Sería inaceptable que el Gobierno central y el andaluz
permitieran que Fertiberia huya de Huelva sin hacerse cargo de sus
responsabilidades, tras lucrarse durante décadas, y que tengan que
ser de nuevo los ciudadanos los que corran con los gastos, como ya
pasó con Bolinden en Aznácollar", -ha añadido Carlos Bravo,
responsable de la campaña Nuclear de Greenpeace.
Es necesario recordar que existe una sentencia de la Audiencia
Nacional que declara caducada la concesión de Fertiberia para usar
los terrenos de Dominio Público que emplea para verter sus residuos
tóxicos y peligrosos.
Ante esta circunstancia, Greenpeace considera que, en vez de
andarse con tantas contemplaciones con Fertiberia, que sigue
contaminando las marismas de Huelva, la Administración debería
exigir a esta empresa el cese inmediato de sus vertidos y la
constitución de un aval que garantice ampliamente la
descontaminación y recuperación integral de estas marismas.