Comunicado de prensa - junio 27, 2014
El borrador de conclusiones del Consejo Europeo demuestra que el Gobierno no quiere un compromiso que reduzca drásticamente las importaciones de energía de la UE.
Activistas de la organización escalan edificios colindantes a la sede del Consejo en Bruselas contra las grandes empresas europeas de energía contaminante.
35 activistas de Greenpeace de seis países se suben a una grúa gigante para denunciar a las mayores compañías energéticas de Europa que alimentan la dependencia de la UE de las importaciones energéticas.
35 activistas de Greenpeace de seis países distintos han escalado grúas y edificios colindantes a la sede donde se reúnen los líderes europeos para debatir el futuro de la energía en Europa. Han desplegado tres pancartas gigantes con caricaturas de los líderes europeos dirigiéndose a toda velocidad al abismo en una limusina patrocinada por algunas de las empresas europeas del sector energético más destructivas para el medio ambiente, como Shell o E.ON .
Las grandes compañías están alimentando la dependencia europea de las importaciones de energía y el plan que baraja la Unión Europea en materia de energía beneficia únicamente a las empresas de energíascontaminantes y caras, pues mantienen la dependencia europea de los combustibles fósiles y de proveedores extranjeros. La Comisión propone una reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en un 40% y alcanzar una cuota de energías renovables del 27% para el año 2030 y se limita a sustituir la dependencia de Rusia por la de otros proveedores extranjeros de combustibles fósiles, como Arabia Saudí o Canadá.
Pero siete Estados miembros, entre los que se cuentan Alemania, Portugal, Grecia e Irlanda, lo ven insuficiente y han manifestado su apoyo a un objetivo de eficiencia energética "ambicioso y vinculante" para 2030 [1].
España se desmarca claramente de esta petición: según el borrador de conclusiones del Consejo Europeo que se celebra en Bruselas filtrado hace unos días, el Gobierno español elimina explícitamente del texto la eficiencia energética y las renovables. Además, propone bajar el nivel de ambición de los objetivos climáticos y energéticos y prefiere fijar el nivel en "alcanzables". Propone favorecer la interconexión de gas y prolongar así una gran dependencia de proveedores externos en vez de apostar claramente por la energías renovables, fuente verdaderamente local y en la que España es puntera.
"España está perdiendo una oportunidad única al no promover las energías renovables y la eficiencia como solución a la dependencia energética europea. En su lugar, opta por beneficiar a los combustibles fósiles y por perpetuar la dependencia del exterior, que solo beneficia a las grandes compañías", ha manifestado Marina Bevacqua, responsable de Energía y Cambio Climático de Greenpeace.
Greenpeace ha presentado esta semana el informe Hoja de ruta energética para Europa: hacia un suministro independiente y sostenible, redactado con la colaboración de expertos externos a la organización ecologista. Dicho documento demuestra que un mayor compromiso climático equivale a una mejora macroeconómica y de creación de empleo. Los principales objetivos para 2030 deberían ser:- alcanzar una cuota de renovables en el mercado energético del 45%
- - un 40% de ahorro energético (en comparación con 2005)
- - un 55% de reducción de emisiones de GEI (en comparación con 1990).
"Europa se dirige hacia un callejón sin salida, mientras las grandes empresas de energía son las que realmente tienen el control. La Unión Europea se ha dejado someter y permanece enganchada al petróleo, al gas y al carbón", ha añadido Bevacqua.
La UE importa más de la mitad de su petróleo, gas y carbón del extranjero. Alrededor de una tercera parte viene de Rusia, que recientemente cortó el suministro de gas que llega a Europa a través de Ucrania.
[1] Carta de siete gobiernos europeos pidiendo objetivos vinculantes para 2030, 18 de junio de 2014.
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