Documento - junio 25, 2014
Las consecuencias de la crisis de Ucrania han puesto de relieve una vez más la vulnerabilidad de Europa ante posibles interrupciones en la importación de energía.
Existe el riesgo de que, al igual que ocurrió en 2006 y 2009, las importaciones de gas de Rusia a través de Ucrania caigan o se detengan completamente. Dichas importaciones representan más del 10% del suministro de gas total de Europa.
Sin embargo, la dependencia de Europa del gas ruso es parte de un problema mayor de dependencia de las importaciones. La UE gasta alrededor de 400.000 millones de euros en comprar más de la mitad de su energía (53%) a otros países1. Al mismo tiempo, el uso de combustibles fósiles importados conduce a mayores cantidades de emisiones de CO2, que provocan el cambio climático.
El debate sobre la seguridad energética llega en un momento en el que Europa discute las políticas energéticas que establecerá para después de 2020. En enero, la Comisión puso sobre la mesa una propuesta sobre clima y objetivos energéticos para 2030. Además, en mayo lanzó una propuesta para una estrategia en seguridad energética. Se espera que los líderes de la UE tomen una decisión final en ambos asuntos (objetivos para 2030 y seguridad energética) en el Consejo Europeo de octubre.
Hoja de ruta hacia un suministro de energía sostenible e independiente para Europa- Greenpeace