lunes, 15 de octubre de 2012
Prestige
Greenpeace ha presentado esta mañana La injusticia del Prestige, donde se analizan los aspectos más relevantes sobre las responsabilidades de la marea negra que se originó con las decisiones que se tomaron a raíz del accidente del buque petrolero. Además, la organización ha publicado un vídeo en el que se señala a los responsables del desastre y se recuerda las declaraciones que hicieron por entonce
s (#HilitosPrestige).El documento destaca que la marea negra que afectó a 2.600 km de la costa española fue debida a los fallos y negligencias institucionales a la hora de tomar decisiones desde que el Prestige lanzó el SOS el 13 de noviembre de 2002, como a las deficiencias en la legislación y régimen de responsabilidad en el trasporte marítimo que, hoy en día, siguen protegiendo los intereses de la industria petrolera.
“Greenpeace fue testigo de lo que se hizo y de cómo se hizo. Diez años después vemos con indignación que solo un ex alto cargo del Gobierno hará frente a todas las responsabilidades derivadas de las decisiones que se tomaron, y que ninguna de las empresas de la maraña que envuelve al Prestige se sentará en el banquillo”, ha declarado María José Caballero, directora de Campañas de Greenpeace España.
El informe ha contado con la colaboración de expertos en derecho ambiental y penal, quienes han destacado la falta de medios humanos y materiales que hay en España para acometer un proceso judicial de estas características. También han señalado la limitación que presenta el Derecho penal español en casos como este, donde se producen daños de gran envergadura; se acumulan actuaciones previas de múltiples empresas y posibles fallos en los mecanismos de control; se plantea la corrección y la previsión de protocolos de actuación administrativa en casos de extrema urgencia; se encuentran numerosos y contradictorios informes periciales para fijar tanto los daños producidos; y, finalmente, se ven pasar largos años antes de que se pueda llegar a la fase del juicio.
“Un juicio no puede retrasarse diez años”, ha declarado José Manuel Marraco Espinós, abogado de Greenpeace España. “Ningún Juzgado Instructor está dotado de medios humanos y materiales para afrontar un procedimiento judicial de la complejidad del Prestige. Sería imprescindible la creación de un cuerpo de peritos forenses ambientales”.
Los responsables del desastre:
Además, la organización ecologista repasa en el documento las actuaciones de las personas con responsabilidades tanto en la gestión del accidente como de la marea negra ocasionada a raíz de las decisiones tomadas. Se desgrana el papel que jugaron en aquel momento quienes estaban al frente del Gobierno:
.- Mariano Rajoy. El entonces vicepresidente y portavoz del Gobierno, además de ministro de la Presidencia, fue el encargado de asumir la coordinación de la gestión de la crisis y, como portavoz, no informó adecuadamente a la sociedad sobre los datos reales de la catástrofe ambiental del Prestige.
.- Francisco Álvarez-Cascos. En 2002 ministro de Fomento, respaldó la orden dada por el subsecretario de Fomento de alejar el barco de las costas gallegas, ignorando el Plan Nacional de Contingencias por Contaminación Marina Accidental. Esta decisión condujo al hundimiento del petrolero el 19 de noviembre de 2002.
.- Miguel Arias Cañete. Ministro entonces, y ahora, de Agricultura y Pesca, cuyo papel fundamental consistió en minusvalorar la dimensión de la catástrofe.
.- Jaume Matas. Ex ministro de Medio Ambiente, responsable de la ineficacia en la limpieza de las playas y de que no se realizara ningún plan integral para paliar los daños causados por la marea negra.
.- Arsenio Fernández de Mesa. Ex delegado del Gobierno, quien mantuvo una política de desinformación desde el principio y participó en la decisión de alejar el buque de las costas gallegas sin que expertos cualificados examinaran el barco.
.- Ángel del Real. Capitán marítimo de A Coruña hace diez años, no comunicó a sus superiores que había opciones viables para no enviar el Prestige a alta mar y así confinar la marea negra a un ámbito reducido y controlable.
“Contraviniendo sus propios protocolos de actuación, el Ministerio de Fomento ordenó que el Prestige no fuera a un puerto donde podría haberse contenido la marea negra. Después ordenó al buque deambular sin destino, primero hacia Francia y luego hacia Portugal hasta que se hundió. Estas decisiones provocaron la mayor catástrofe ambiental de nuestras costas y los responsables que las tomaron deberían estar en el banquillo de los acusados”, ha añadido Caballero.