Construcciones en la costa murciana
Dos semanas después de la presentación del cuarto informe anual
sobre el estado de las costas, Greenpeace ha analizado las
respuestas recibidas. Tanto el Ministerio de Medio Ambiente como
varias comunidades autónomas han reaccionado ante la degradación
expuesta en el informe y han expresado su intención de mejorar una
situación que cada vez es más delicada y precaria.
Desde el Ministerio de Medio Ambiente se ha expresado un
compromiso para reorientar la política de costas, frenar el
crecimiento de la ocupación de la costa, garantizar el acceso
público a los espacios costeros, luchar contra la regresión
costera. La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, ha
establecido un plazo de un año para determinar el estado general de
la costa, diseñar una gestión sostenible, integrada y concertada y
elaborar un Plan Director del Litoral.
"Es vital que estos compromisos se lleven a cabo cuanto antes.
El Ministerio de Medio Ambiente tiene la oportunidad de preservar
nuestras playas y costas antes de que sea demasiado tarde" declaró
María José Caballero, responsable de la Campaña de Océanos de
Greenpeace.
En Andalucía se señalaban 6 puntos negros además de denunciar
varios planes urbanísticos, construcciones en zonas inundables, una
decena de puertos deportivos y once playas donde la calidad de las
aguas no llega a los valores marcados por la Comisión Europea. La
Junta de Andalucía no ha contestado a Greenpeace, pero desde
algunos ayuntamientos sí se han pronunciado. Así, el alcalde de
Algeciras ha expresado su intención de acelerar al máximo el
proyecto de la depuradora para que la obra esté concluida pronto.
Así dejarían de verterse en Isla Verde las aguas residuales sin
depurar de los 104.000 habitantes de esta localidad gaditana.
Respecto a la contaminación de algunas playas de Granada
denunciadas por Greenpeace, desde el Ayuntamiento de Salobreña se
ha expresado la intención de acabar con este problema. Desde IU se
ha solicitado que se reanude el grupo de trabajo del Parlamento
andaluz sobre las irregularidades urbanísticas en el litoral y
también se ha demandado una moratoria en la construcción de nuevos
puertos deportivos.
En Cantabria el informe de Greenpeace denunciaba el deterioro
que supondrá para las costas la invasión de nuevos puertos
deportivos. Sin embargo, el presidente de Cantabria, Miguel Angel
Revilla, ha contestado al informe apoyando la construcción de estos
puertos, así como campos de golf y polígonos industriales. No ha
querido valorar los problemas que se derivan de estas
instalaciones, que contaminan y privatizan la costa e imposibilitan
la llegada de arena a las playas, lo que demuestra la falta de
sensibilidad ante una franja de terreno pública y cuya conservación
debería ser prioritaria por los beneficios que reporta.
En Cataluña, donde Greenpeace denunciaba los problemas de
erosión y saturación urbanística, la respuesta no ha venido por
parte de la Generalitat sino de los ciudadanos, que comienzan a
expresar su oposición a proyectos como el de la urbanización de
Platja Llarga en Vilanova i la Geltrú. Tampoco el Ayuntamiento de
Barcelona ha querido contestar a la denuncia hecha sobre la
ubicación del Forum 2004 y el futuro zoológico que pretende
ubicarse en la ribera de mar, algo expresamente prohibido por la
Ley de Costas.
Desde la Consellería de Territorio y Vivienda de la Comunidad
Valenciana, una de las más castigadas por los males del turismo de
sol y playa, se ha asegurado que se pondrá en marcha una treintena
de medidas para reforzar la protección de la costa. Este paso es
considerado como positivo por la organización ecologista, que
espera que sea tan sólo el primero de un camino hacia un cambio en
la política de esta comunidad autónoma en la franja costera antes
de que los daños sean irreversibles.
Desde la Xunta de Galicia no ha habido ninguna respuesta a las
denuncias efectuadas por Greenpeace. Tan sólo desde el Ayuntamiento
de Sanxenxo se han puesto en contacto con la organización para
tratar de los temas referentes a su costa. Respecto a la denuncia
sobre el Puerto Exterior de Coruña, Greenpeace ha mostrado su
preocupación por las declaraciones de la Ministra de Medio Ambiente
dando por buena la Declaración de Impacto Ambiental de la obra,
antes incluso de conocer exactamente cómo será y a pesar de que
desde el Ministerio de Fomento se está empezando a introducir la
cordura necesaria que hasta ahora no había en el proyecto.
En las Islas Baleares la reacción del ejecutivo insular ha sido
valorada positivamente por Greenpeace. Tras la presentación del
informe, se ha producido una reunión con el Conseller de Medi
Ambient en la que se trataron los puntos que aparecen en el
informe. A pesar de discrepar en ciertos aspectos, desde la
asociación ecologista se ha valorado positivamente el compromiso
para acabar con los vertidos de aguas residuales a la costa.
Desde la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación Territorial
del Gobierno de Canarias se han reconocido los problemas que
destaca Greenpeace en su informe sobre el estado de las costas y se
ha manifestado la intención de mejorar la gestión costera. Sin
embargo, esto no concuerda con el desmantelamiento que está
sufriendo esta Consejería, coincidente en el tiempo con la denuncia
presentada por Greenpeace contra la Viceconsejera Milagros Luis
Brito por presunta prevaricación en el proyecto del Puerto
Industrial de Granadilla. Sobre este proyecto, Greenpeace considera
irracional e ilegal la actitud de la Autoridad Portuaria de Santa
Cruz de Tenerife, que ha licitado las obras del puerto a pesar de
la oposición expresada por los Ministerios de Medio Ambiente y
Fomento y la ausencia de financiación para la macro-obra.
Greenpeace no ha obtenido ninguna respuesta del Gobierno vasco
ni del asturiano respecto a los puntos negros detectados en sus
litorales.
Por último, el Gobierno de la Región de Murcia ha expresado su
intención de subsanar varios puntos negros incluidos en el informe
"Destrucción a Toda Costa 2004". Es el caso del Parque Natural de
Las Salinas, donde se ha anunciado la creación de una franja que
rodee al parque y refuerce su protección. Sin embargo, no se han
manifestado sobre la saturación urbanística que amenaza a la costa
murciana.
Greenpeace seguirá trabajando durante todo el año para acabar
con todos los puntos negros del litoral y realizará un seguimiento
cercano sobre los compromisos adquiridos por las diferentes
administraciones.
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