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Un informe de Greenpeace demuestra el insostenible papel de China en el consumo de productos forestales

Celebración de la 8ª Conferencia de la Biodiversidad en Brasil

Comunicado de prensa - marzo 28, 2006
En los últimos 10 años uno de cada tres árboles talados en el planeta se destinó para satisfacer el aumento del consumo y la industria de transformación de China, ya que en este periodo el consumo chino de productos forestales han aumentado un 450% y las exportaciones chinas de estos productos un 350%. El mayor problema es la ilegalidad que rodea a gran parte de la madera que llega al mercado chino y que acaba tanto en el país como en forma de muebles o suelos baratos para los países ricos.

Portada de "El impacto de China en los bosques del planeta", resumen del informe "Sharing the blame"

Madera almacenada en el puerto de Shekou, provincia de Guangdong, (China). China es, en estos momentos, el mayor importador mundial de madera tropical; la mitad de los árboles tropicales talados en el planeta acaban en China. Gran parte de esta madera procede de Indonesia y Papúa Nueva Guinea, donde el porcentaje de talas ilegales sobre el total se sitúa entre el 76% y el 90%.

Madera almacenada en el puerto de Shekou, provincia de Guangdong, (China). China es, en estos momentos, el mayor importador mundial de madera tropical; la mitad de los árboles tropicales talados en el planeta acaban en China. Gran parte de esta madera procede de Indonesia y Papúa Nueva Guinea, donde el porcentaje de talas ilegales sobre el total se sitúa entre el 76% y el 90%.

Madera almacenada en el puerto de Shekou, provincia de Guangdong, (China). China es, en estos momentos, el mayor importador mundial de madera tropical; la mitad de los árboles tropicales talados en el planeta acaban en China. Gran parte de esta madera procede de Indonesia y Papúa Nueva Guinea, donde el porcentaje de talas ilegales sobre el total se sitúa entre el 76% y el 90%.

Madera almacenada en el puerto de Shekou, provincia de Guangdong, (China). China es, en estos momentos, el mayor importador mundial de madera tropical; la mitad de los árboles tropicales talados en el planeta acaban en China. Gran parte de esta madera procede de Indonesia y Papúa Nueva Guinea, donde el porcentaje de talas ilegales sobre el total se sitúa entre el 76% y el 90%.

Madera almacenada en el puerto de Shekou, provincia de Guangdong, (China). China es, en estos momentos, el mayor importador mundial de madera tropical; la mitad de los árboles tropicales talados en el planeta acaban en China. Gran parte de esta madera procede de Indonesia y Papúa Nueva Guinea, donde el porcentaje de talas ilegales sobre el total se sitúa entre el 76% y el 90%.

Madera almacenada en el puerto de Shekou, provincia de Guangdong, (China). China es, en estos momentos, el mayor importador mundial de madera tropical; la mitad de los árboles tropicales talados en el planeta acaban en China. Gran parte de esta madera procede de Indonesia y Papúa Nueva Guinea, donde el porcentaje de talas ilegales sobre el total se sitúa entre el 76% y el 90%.

Greenpeace lanza hoy el informe El impacto de China en los Bosques del planeta. (La importación y exportación de productos forestales de China: "responsabilidades compartidas") (1) que demuestra el insostenible papel de este país en el comercio de madera tanto por el enorme aumento de demanda interna como por la exportación china a países enriquecidos, especialmente EE.UU, Europa y Japón. El mayor problema es que China se está situando a la cabeza del "blanqueo" de madera ilegal procedente de algunos de los bosques más amenazados del planeta.

    El informe documenta cómo la madera ilegal, principalmente de los llamados "Bosques del Paraíso" del sureste asiático (2), es embarcada rumbo a China. Allí se transforma en muebles, suelos o contrachapado para satisfacer tanto el consumo interno como el aumento mundial de la demanda de productos madereros baratos.

China es, en estos momentos, el mayor importador mundial de madera tropical; la mitad de los árboles tropicales talados en el planeta acaban en China. Gran parte de esta madera procede de Indonesia y Papúa Nueva Guinea, donde el porcentaje de talas ilegales sobre el total se sitúa entre el 76% y el 90%.

"La tala ilegal está disparándose en muchos de los países proveedores de China y este comercio destructivo está alimentando la crisis forestal mundial",- ha declarado Miguel Ángel Soto, responsable de la campaña de bosques de Greenpeace.- "China se ha comprometido internacionalmente a atajar este problema y debe, junto con todos los países que compran sus productos acabados, tomar medidas urgentes que lleven a la prohibición del comercio con madera procedente de talas ilegales o destructivas".

Sin embargo la conclusión del informe es que la voracidad maderera china está llevando a un serio aumento en el número de árboles talados. Los bosques del planeta no pueden soportar los patrones de consumo actuales en los países desarrollados, ni podrán aguantar la escalada de la demanda interna en China. En los últimos 10 años, el consumo total de productos madereros de China ha aumentado 3,5 veces. Un tercio de este aumento se debe al incremento de las exportaciones de productos acabados; los otros dos tercios del aumento se debe al  consumo interno. Greenpeace alerta de que si China aumentara su consumo per cápita de papel hasta los niveles de EE.UU, por ejemplo, sería necesario aumentar el consumo global de madera en unos 1.600 millones de m3, es decir, el equivalente al total de madera talada en el planeta en un año. En la actualidad son los países desarrollados, principalmente Norteamérica, Europa y Japón, los mayores consumidores de bosques primarios del planeta.

"El exceso de consumo de productos madereros es una realidad en las regiones desarrolladas como Norteamérica y Europa",- añadió Miguel Ángel Soto.- "Si queremos que sobrevivan los bosques primarios del planeta, los niveles de consumo de estos países deben reducirse de manera considerable".

Este mes, China reconoció que el impacto medioambiental del consumo es un asunto serio; el primer ministro, Wen Jiabao, hizo un llamamiento al país para reducir el consumo de madera. La semana pasada el Gobierno chino anunció un impuesto del 5 % sobre el consumo de suelos de madera y palillos desechables. Es positivo, por tanto,  que China dé pasos encaminados a reducir el consumo derrochador de productos madereros, pero se necesita ir más allá.

El informe considera muy positiva la actitud de varios importadores internacionales que han empezado a tomarse en serio las talas ilegales. Recientemente varias compañías europeas se han comprometido a dejar de abastecerse de contrachapado chino fabricado con madera talada ilegalmente en Papúa Nueva Guinea. Entre estas empresas se incluyen la británica Wolseley, PontMeyer en Holanda, Castorama en Francia y la Federación Francesa de Importadores de Madera (Le Commerce du Bois).    

Greenpeace está presionando a China y a los otros 187 países firmantes de la Cumbre de la Biodiversidad (CBD) de Naciones Unidas, reunidos esta semana en Curitiba, Brasil, para que se comprometan a proteger los últimos bosques primarios del planeta estableciendo una red global de áreas forestales protegidas, prohibiendo el comercio de madera obtenida en talas ilegales o destructivas e introduciendo un mecanismo vinculante, bajo el amparo de la CBD, para combatir esas talas.

IMAGENES EN BETACAM SP Y FOTOGRAFÍAS DEL MERCADO CHINO DE PRODUCTOS FORESTALES: TALA, TRANSFORMACIÓN, VENTA, ETC.  

(1) Informe íntegro en inglés y resumen en castellano en www.greenpeace.es

(2) Los Bosques del Paraíso se extienden por el sureste asiático continental y por algunas islas del Pacífico, como Indonesia, Papúa Nueva Guinea y las Islas Salomón.