Activistas de Greenpeace impiden a cuatro buques arratreros piratas que partan del puerto de Rostock, Alemania, con cadenas y bidones. En uno de los buques se ha colocado una pancarta en la que se puede leer "Stop pirate fishing", (No a la pesca pirata). Un quinto buque dejó Rostock ua noche antes. Estos 5 buques están en la lista negra de la Unión europea por haber estado implicados en la pesca ilegal, no regulada y no declarada- también conocida como pesca pirata- en el Atlántico. Todos han cambiado recientemente de nombre y bandera y estaban intentando dejar el puerto para continuar con el saqueo de los mares.
Casi un 30% de los 67 barcos documentados en los últimos 10 días en aguas de Guinea Conakry por Greenpeace y la Fundación para la Justicia Medioambiental, pescaban ilegalmente y un 14% lo hacían ocultando su identidad. Desde hoy, Greenpeace cuenta con dos inspectores guineanos a bordo y se dispone a arrestar barcos piratas
Después de ser testigos de cómo flotas piratas organizadas roban
el pescado en uno de los países más pobres del mundo, Guinea
Conakry, Greenpeace y la Fundación para la Justicia Medioambiental
(FJM), en cooperación con inspectores de este país africano, se
preparan desde hoy para arrestar barcos pesqueros piratas que
"blanquean" sus capturas a través de puertos europeos,
principalmente en en el puerto de Las Palmas. En una operación
conjunta a bordo del barco de Greenpeace Esperanza, las dos
organizaciones han estado documentando la actividad de
aproximadamente 70 barcos en aguas de África Occidental durante los
pasados diez días.
De 67 barcos abanderados en Corea, China, Italia, Liberia y
Belice, 19 de ellos (un 28%) no cuentan con autorización para
pescar, 22 (un 32%) habían sido observados pescando ilegalmente en
el pasado, 9 (un 14%) no pudieron ser identificados por faenar
ocultando sus nombres y 8 (un 12%) se encontraban pescando dentro
de la doce millas reservadas a los pescadores artesanales locales.
El pescado capturado por estas flotas piratas es transferido luego
a buques de transporte refrigerados -llamados reefers- muchos de
los cuales descargan su pescado en el Puerto de Las Palmas.
Dos inspectores del Gobierno de Guinea, con competencias para
arrestar barcos, se han unido ahora al Esperanza, que continuará
llevando a cabo operaciones de vigilancia en la región.
"La pesca pirata es una amenaza global para los océanos y para
aquellos que dependen de ellos. No dejamos de oír declaraciones de
buenas intenciones de los Gobiernos en relación a este problema -
pero si fueran serios no tendríamos que estar aquí ofreciendo
nuestro barco a las autoridades guineanas", declaró Sebastián
Losada, responsable de la campaña de océanos de Greenpeace.
Greenpeace y EJF siguen apuntando al Puerto de Las Palmas como
principal vía de entrada de este pescado en Europa.
"Sabemos que buena parte de este pescado capturado ilegalmente
en aguas africanas llega al mercado europeo a través del Puerto de
Las Palmas. Valoramos muy positivamente que el Ministerio de Pesca
nos haya expresado su voluntad de abordar este problema y cuando
acabemos nuestro trabajo en Guinea les enviaremos toda la
documentación recopilada por Greenpeace. Esperamos con ello
actuaciones eficaces en Las Palmas contra estas flotas", añadió
Losada.
África Occidental es la única región del mundo en la que el
consumo de pescado está descendiendo. Los pescadores locales están
perdiendo su única fuente de ingresos y muchas veces incluso sus
vidas cuando los arrastreros entran en las zonas reservadas para la
pesca artesanal. Las autoridades de Guinea no tienen capacidad
alguna para combatir a estos piratas de la pesca, que algunas veces
pescan a tan sólo dos millas de la costa.
"Es hipócrita que los Gobiernos hablen de fomentar la ayuda al
desarrollo en África cuando al mismo tiempo permiten que el
alimento y los ingresos que el continente necesita sean robados de
sus aguas y vendidos en el mercado Europeo", declaró Hélène Bours,
de la Fundación para la Justicia Medioambiental.
Globalmente, el valor de la pesca ilegal ha sido estimado
recientemente en entre 4.000 y 9.000 millones de dólares anuales,
el 20% del valor de la captura pesquera mundial. Se estima que tan
sólo en el África subsahariana supone 1000 millones de dólares
anuales.
La campaña contra la pesca pirata en África Occidental es la
segunda etapa de una nueva y ambiciosa campaña y expedición de
Greenpeace durante más de un año,"En defensa de los océanos". Todo
el año 2006, el Esperanza será la principal plataforma de
Greenpeace para exponer la necesidad de crear una red de reservas
marinas que abarque el 40% de los océanos del planeta: lugares que
se protegerían de la explotación a gran escala y de la pesca y la
caza industrial; lugares desde donde nuestros océanos puedan
empezar un proceso de recuperación.