Comunicado de prensa - agosto 25, 2008
Según han podido conocer Greenpeace y Ecologistes de fuentes bien informadas sobre el incendio ocurrido ayer en la sala de turbinas de la central nuclear de Vandellós-2, en éste intervino un escape de hidrógeno, que en contacto con el oxígeno del aire provocó una deflagración.
Vista de la central nuclear de Vandellos-II
Greenpeace y Ecologistes en Acció piden al Consejo de Seguridad
Nuclear (CSN) que haga un ejercicio de transparencia y publique las
causas del incendio y aclare los problemas y fallos ocurridos en el
edificio de turbinas de la central nuclear antes del accidente de
ayer.
En ese sentido, Ecologistes en Acció y Greenpeace piden al CSN
que permita la entrada en la central de observadores independientes
para verificar el estado en que han quedado los equipos del
interior del edificio siniestrado y para poder apreciar si "el
incendio ha sido de pequeñas dimensiones" y "pequeño en extensión",
como ha declarado el subdirector general de Emergencias del CSN,
Eugenio Gil, a los medios de comunicación.
Igualmente, estos colectivos piden al CSN que haga público un
informe con el registro histórico de incidentes y fallos de la
turbina de esta central nuclear; de los posibles casos de fugas de
hidrógeno que haya podido tener; de los problemas técnicos de los
diferentes componentes estructurales de la turbina, etc.
De hecho, en la página web institucional del CSN se puede
encontrar una reseña de un suceso notificable de fecha 26 de mayo
pasado en la que se reconocen deficiencias con respecto a la
resistencia al fuego en el edificio de penetraciones de
turbina.
La citada reseña dice literlamente: "Durante una inspección
rutinaria, el servicio contraincendios detecta, en el cubículo
W-2-5 del Edificio de Penetraciones de Turbina, una penetración sin
sellado resistente al fuego. Se declara inoperable la penetración,
se procede a realizar el sellado y, mientras tanto, se establece la
vigilancia contra incendios que establecen las Especificaciones
Técnicas de Funcionamiento. El suceso es de baja relevancia desde
el punto de vista de la seguridad."
Greenpeace y Ecologistes en Acció reiteran su preocupación por
la importancia del incidente y recuerdan que los incendios en las
turbinas han sido en muchas ocasiones desencadenantes de accidentes
graves. Solo hay que recordar el que sufrió en 1989 la vecina
central de Vandellós-1, que llevó a su cierre definitivo. En esa
ocasión, fue también un incendio en la sala de turbinas la que a
punto estuvo de provocar un escape radiactivo al exterior, de no
haber sido por una serie de afortunadas circunstancias que, tras
hacer temer lo peor, permitieron que pudiera disminuir la enorme
presión acumulada en el cajón de su reactor. Ayer, por suerte, tras
casi dos horas de luchar contra el fuego, éste pudo declararse
extinguido.