- Una rubia alta
- Una mujer de 55 años que se escapó de casa en su
adolescencia
- Una buena abogada de Miami
- Un legislador brasileño
- John Ashcroft, Ministro de Justicia de Estados Unidos
- Un antiguo ayudante de Clinton
- Una amenaza de muerte
- Los burdeles del siglo XIX
- ¡Ah!.... y un montón de árboles
Respuesta: Greenpeace
A lo largo de sus 33 años de historia, Greenpeace, he reunido a
personas de muy diversos ámbitos para proteger el medio ambiente y
usar la acción directa, no-violenta, para resaltar los delitos e
injusticias medioambientales.
Pero quizá este grupo es uno de los más extraordinarios. Lo que
hagan en las próximas semanas podría tener serias implicaciones, no
sólo para el futuro de Greenpeace en Estados Unidos, también para
la libertad de expresión y desobediencia civil en ese país y más
allá de sus fronteras.
El 17 de mayo de la semana que viene, Greenpeace Estados Unidos,
corre el peligro de ser declarada organización criminal por orden
del Fiscal General y bajo una ley a la que sólo se ha recurrido en
dos ocasiones durante sus 130 años de vida, la última vez fue hace
100 años.
Los activistas de Greenpeace han sido enjuiciados en muchas
ocasiones por apoyar las campañas de Greenpeace en todo el mundo
-no es un hecho raro y los activistas están preparados para asumir
la responsabilidad de sus acciones.
En abril de 2002, seis activistas hicieron justo eso. Dos
abordaron el barco APL Jade que transportaba caoba ilegal y tenía
como destino el puerto de Miami. Los activistas fueron declarados
culpables, pagaron una multa y pasaron el fin de semana en prisión.
El proceso judicial había terminado.
O así creíamos nosotros...
15 meses más tarde se notificó a Greenpeace Estados Unidos que
la oficina del Fiscal General procesaría a toda la organización por
aquella acción. Es la primera vez en la historia que el Gobierno de
Estados Unidos procesa a un grupo social por una actividad
relacionada con la libertad de expresión.
En unas semanas, tendrá lugar un hecho sin precedentes. La
legislación estadounidense será utilizada para declarar a
Greenpeace como una organización criminal. Y las razones son
intentar proteger la caoba, una especie recogida en el Convenio
Internacional sobre el Comercio de especies de flora y fauna
amenazadas (CITES). Una vez que la presión de Greenpeace consiguió
una mayor restricción en la tala y comercio de caoba bajo el amparo
del Convenio CITES muchos gobiernos felicitaron a Greenpeace por
este éxito. Ahora un gobierno quiere enjuiciarlos por esta
lucha.
Mientras Greenpeace está con las manos atadas, los madereros,
transportistas y comerciantes de caoba ilegal han cobrado sus
beneficios y se han reído de la ley. Madera ilegalmente talada
sigue llegando a Estados Unidos y Europa, España incluida, y los
criminales siguen trabajando en el corazón de la Amazonia. Aquellos
que intentan proteger la mayor región de bosque tropical del
planeta siguen reciben amenazas de muerte o son asesinados,
mientras que países como Estados Unidos siguen sin cumplir el
compromiso recogido en el Convenio CITES de proteger el comercio de
caoba.
Pero este caso no es sólo sobre Greenpeace y la Amazonia. A
juicio está también el derecho fundamental de la libertad de
expresión y desobediencia civil. Muchos líderes y otros grupos
sociales de Estados Unidos han reconocido el peligro que esto
supone para las libertades y por eso apoyan a Greenpeace. Entre
ellos el ex-vicepresidente Al Gore, Julian Bond líder de los
derechos civiles, el American Civil Liberties Union (sindicato de
las libertades civiles de EE.UU.) y el Sierra Club.
Si quieres saber más, visita Bush vs.
Greenpeace
Pero volvamos a la cuestión original ¿Quién son todos estos personajes?
Hilary Hosta
es una joven mujer de California que pasó una semana en la
cárcel y posteriormente fue condenada con otros cinco por la acción
realizada contra el APL Jade, el barco que traía la caoba
ilegalmente talada al puerto de Miami en Florida.
Rose Young
es una italo-americana que ha trabajado para Greenpeace la mayor
parte de su vida adulta después de escaparse de casa en su
adolescencia. Ahora tiene 5 nietos y tres hijos y ha participado en
algunas de las campañas más importantes de Greenpeace.Jane
MoscowitzJane Moscowitz
es una de las mejores abogadas criminalistas de Miami, Florida.
Los juicios medioambientales no son normalmente parte de su trabajo
pero éste no es un caso normal...
Hamilton Casara
es miembro de la Cámara de Diputados brasileña y antiguo
presidente del IBAMA, la agencia medioambiental de Brasil. El
conoce de primera mano la importancia del trabajo de Greenpeace en
Brasil y en todo el mundo. "Agradecemos a Greenpeace por ayudarnos
a preservar nuestros bosques, es muy importante defender los
principios democráticos."John Ashcroft,
es el hombre al frente del Departamento de Justicia
estadounidense que cree que Greenpeace Estados Unidos debe ser
declarada organización criminal por poner en conocimiento de las
autoridades un crimen que estaba a punto de ocurrir en suelo
norteamericano. Él es responsable de que nuestro derecho a la
libertad de expresión corra peligro.David HalperinDavid Halperin
es abogado y antiguo ayudante de Bill Clinton. Hoy representa a
Greenpeace Estados Unidos en el juicio para asegurar que los
criminales reales son llevados ante la justicia y no una
organización medioambiental que hace uso de la libertad de
expresión mientras trabaja para proteger la Amazonia.
Paulo Adario
lleva trabando años para Greenpeace en el corazón de la
Amazonia. Ha sido testigo de las consecuencias del comercio ilegal
de la caoba y otras maderas, ha visto como la industria maderera
emplea la esclavitud y la violencia para obtener sus fines. Ha
conocido a defensores del medio ambiente que han sido asesinados y
él mismo está bajo amenaza de muerte."Sailormongering,"
era una práctica que una ley estadounidense de 1872 intentaba
prevenir. Los dueños de tabernas y burdeles aguardaban a los barcos
que entraban en el puerto para incitar a los marineros a tierra
firme, robándoles su dinero y dejando al barco incapaz de
funcionar. Esta ley se ha utilizado dos veces en 130 años. Esta es
la ley bajo la cual Greenpeace ha sido acusada.La Amazonía
son los pulmones del mundo. Su biodiversidad es inimaginable, es
el hogar de millones de personas y un componente vital para la
lucha contra el cambio climático. Y de forma sistemática sigue
siendo expoliado por las compañías madereras ansiosas de dinero. Si
no continuamos la lucha para protegerla se perderá para
siempre.
Todas estas personas estarán en Miami antes y durante el juicio,
con la excepción de John Ashcroft. Desgraciadamente, él no está
obligado a explicar por qué la Administración Bush cree necesario
declarar ilegal Greenpeace. Tampoco dará a conocer por qué la
Administración Bush permite que los verdaderos criminales sigan sin
castigo y la Amazonia sea saqueada.
¡Actúa!
Diles a Bush y John Ashcroft que persigan a los madereros
ilegales y no a los defensores del medio ambiente..
Greenpeace es una organización independiente, que no acepta
donaciones ni presiones de gobiernos, partidos políticos o empresas
y cuya actividad depende exclusivamente de las aportaciones
voluntarias de socios y simpatizantes.