"Los Gobiernos que han acudido a esta reunión de cuatro semanas
no han sido capaces de aprovechar la oportunidad para reducir la
amenaza nuclear, sino que más bien han puesto sus propios intereses
nucleares por encima del objetivo de alcanzar el desarme", ha
declarado William Peden, experto de Greenpeace que ha asistido a la
Conferencia.
"Era necesario que esta reunión reforzara el Tratado y enviara
un mensaje firme sobre desarme y no proliferación de armas
nucleares", añadió Peden. "Sin embargo, ha fracasado en hacerlo y
como resultado el mundo es un lugar más peligroso".
El fantasma de las armas nucleares en Corea del Norte e Israel,
la intransigencia de Estados Unidos sobre desarme y su amenaza
inminente de reanudar las pruebas nucleares, la controversia sobre
Irán y las preocupaciones sobre los programas de producción de
plutonio utilizable para la fabricación de armas nucleares en Japón
y otros países han sido los principales factores que han conducido
al fracaso de la Conferencia.
"Este fracaso enfatiza la necesidad de reforzar la vertiente
relacionada con el desarme de todo este proceso" -declaró Peden. "A
menos que haya una renuncia a todas las armas nucleares, siempre va
a haber países que quieran tenerlas, y esta es la destructiva
dinámica de la que estamos siendo testigos".
Greenpeace hace un llamamiento a los jefes de Estado que
asistirán a la Cumbre del Milenio del próximo septiembre para que
hagan frente al reto puesto de manifiesto por el Secretario General
de Naciones Unidas, Kofi Annan, en su discurso inaugural de la
revisión del TNP, de tomarse el desarme en serio.
La propuesta del ministro de Exteriores alemán Joschka Fischer
para eliminar las armas nucleares estadounidenses de su país fue
uno de los pocos aspectos positivos de la Conferencia.
"Las propuestas positivas sobre la manera de sacar adelante esta
Conferencia que han hecho algunos países han sido desbaratadas por
los que se han aferrado a sus aspiraciones nucleares", concluyó
Peden.
Por su parte Eva Suárez, responsable de la campaña de desarme de
Greenpeace en España, lamentó que el ministro Moratinos no acudiera
a la Conferencia, tal como le había solicitado la organización, y
valoró como muy mejorable la actuación de la delegación
española.
"La intervención del embajador español Yáñez-Barnuevo ante el
plenario del TNP fue decepcionante, mucho más centrada en los
problemas relacionados con la proliferación y el terrorismo que en
el desarme. Si ambos aspectos no son abordados con la misma
prioridad, el resultado es un fracaso", declaró Suárez. "Desde
Greenpeace seguiremos trabajando para que en las próximas
oportunidades, como la Cumbre del Milenio o la Asamblea General de
Naciones Unidas, el Gobierno español juegue un papel mucho más
activo a favor del desarme nuclear".