Comunicado de prensa - mayo 27, 2005
Greenpeace considera que los nuevos objetivos del Plan de Fomento de la Energías Renovables para 2010, anunciados por el Gobierno, no son suficientes para que España pueda cumplir Kioto. Greenpeace acusa al ministro de Industria, José Montilla, de echar el freno a un mayor crecimiento de las renovables para no contrariar a los intereses de las grandes eléctricas, más interesadas en la masiva puesta en marcha de centrales térmicas y en evitar el cierre de las nucleares.
Activista de Greenpeace con un aerogenerador frente a la central nuclear de Doel para protestar por la discriminación del gobierno belga a las energías renovables
Aerogenerador que abastece de energía limpia la oficina de Greenpeace en Viena (Austria)
El Rainbow Warrior visita el mayor parque eólico marino del mundo
Lograr que en 2010 un 12% de la energía primaria provenga de
fuentes renovables es un compromiso irrenunciable (y obligatorio
según la Ley del Sector Eléctrico), pero no basta para frenar el
desaforado crecimiento de las emisiones en España, que superan en
más de 30 puntos el límite de Kioto (un 45% más que en 1990, cuando
Kioto sólo permite un 15%). Cumplir Kioto exige poner freno al
crecimiento incontrolado de la demanda energética y apostar por
objetivos de renovables más ambiciosos, que son técnicamente
posibles.
"La lucha contra el cambio climático necesita una mayor
contribución de las energías renovables" -ha declarado Raquel
Montón, responsable de la campaña de Cambio Climático de Greenpeace
España- "Se puede y se debe apostar por objetivos más ambiciosos,
puesto que es técnicamente viable y hay muchas empresas dispuestas
a invertir en ellos".
Los 20.000 MW propuestos para la eólica son una apuesta
importante, pero inferior a la posible y necesaria para una
tecnología que está demostrando un claro y rápido crecimiento.
Greenpeace propone elevar el objetivo a 25.000 MW, mediante la
incorporación de un Plan Eólico Marino.
La energía solar tampoco sale suficientemente reforzada en el
nuevo plan. La solar fotovoltaica, con 500 MW, no cubre las
expectativas de una industria con gran capacidad y desarrollo
tecnológico, además de un enorme potencial técnico. La solar
térmica apenas mejora sus objetivos y la solar termoeléctrica sólo
recibirá apoyos públicos para los primeros 200 MW instalados, que
ya están prácticamente cubiertos en la actualidad. La organización
ecologista coincide con las principales asociaciones empresariales
de la energía solar en pedir al Gobierno que eleve los objetivos de
energía solar a 1.000 MW para solar termoeléctrica y otros 1.000 MW
de instalaciones solares fotovoltaicas.
El Gobierno tiene entre sus obligaciones cumplir con el
Protocolo de Kioto y el compromiso de cierre de las centrales
nucleares, pero el ministro de Industria no está actuando en
consecuencia. Las propuestas de revisión de los planes de
renovables y de eficiencia energética se quedan cortas en la
reducción de CO2 que persiguen, y no cumplen con las expectativas
que el potencial y la tecnología de estas energías limpias ofrecen.
Sin embargo Montilla apoya la construcción de más centrales
térmicas e ignora el funcionamiento peligroso y contaminante de las
centrales nucleares españolas, actuando de este modo a favor de los
intereses de las grandes compañías eléctricas como Endesa e
Iberdrola.
"El Sr. Montilla debe decidir si actúa para cumplir con las
promesas del presidente Zapatero de cumplir con Kioto y cerrar las
nucleares, o continuar al lado de las eléctricas"- ha declarado
José Luis García Ortega, responsable de proyectos de la Campaña de
Energía de Greenpeace. "Es el momento de ser valiente y avanzar con
decisión y rapidez por el camino de la energía limpia".