Comunicado de prensa - enero 27, 2009
Según varios informes aparecidos en prensa (1), el representante estadounidense en la Comisión Ballenera Internacional (CBI), Dr. Doug DeMaster, así como el Jefe de la delegación norteamericana, Dr. William Hogart, han participado en negociaciones a puerta cerrada con Japón.
Ballenas nadando cerca del barco Esperanza de Greenpeace en la Antártida.
Su intención es permitir un aumento de la cuota de ballenas
cazadas en las costas niponas a cambio de un descenso en la llamada
"cuota científica" (2) de ballenas cazadas en el Santuario
Antártico. Aunque no se ha hecho pública la cifra concreta, este
acuerdo no supone ningún beneficio para la conservación de los
cetáceos, ya que puede suponer un riesgo adicional para poblaciones
de ballenas que se encuentran ya en peligro (3).
Greenpeace preguntó al presidente Obama antes de las elecciones
del pasado mes de noviembre sobre este tema. A la cuestión "si
fuera elegido presidente, ¿qué pasos concretos daría para convencer
a Japón de que detuviera la caza de ballenas?", su respuesta fue:
"Como presidente, aseguro que Estados Unidos ejercerá un liderazgo
claro para consolidar los acuerdos internacionales de protección de
los animales, incluyendo un reforzamiento de la moratoria
internacional sobre la caza comercial de ballenas. Permitir a Japón
continuar con su caza comercial de ballenas es inaceptable"
(4).
Greenpeace pide al presidente Obama que acabe con esta peligrosa
negociación nombrando a un nuevo representante de su país en la CBI
que tenga experiencia en negociaciones a alto nivel para asegurar
que en dichas negociaciones se cumpla la agenda de la
Administración Obama.
"Pedimos coherencia al recién nombrado presidente de Estados
Unidos. La única apuesta posible es la paralización de todo tipo de
caza de ballenas en el mundo entero", ha declarado Maria José
Caballero, coordinadora de Campañas de Greenpeace España.
El acuerdo secreto estaría siendo negociado por varios países
entre los que se encuentran Japón, Estados Unidos, Australia y
Nueva Zelanda y sería hecho público en la próxima reunión anual de
la CBI, que tendrá lugar en Madeira el próximo mes de junio.
Notas
[1] Los informes han sido publicados en el periódico Washington
Post:
www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2009/01/24/AR2009012402053_pf.html
[2] En la actualidad, las operaciones de caza comercial de
ballenas que Japón lleva a cabo tienen como objetivo matar 935
rorcuales aliblancos y 50 rorcuales comunes cada temporada en el
Océano Antártico. Una revisión de este programa realizado por el
Comité Científico de la CBI determinó que no se habían cumplido
ninguno de los objetivos del mismo. La CBI ha pedido en repetidas
ocasiones a Japón que suspenda el programa.
[3] Algunas poblaciones de rorcual aliblanco de las costas de
Japón están clasificadas como "en peligro" y están en riesgo si
aumenta la caza en las costas de este país.
[4] La respuesta del entonces candidato presidencial Obama a
Greenpeace está disponible (en inglés) en:
www.greenpeace.org/usa/assets/binaries/obama-questionnaire-response