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La Comisión Europea incia la carrera hacia Copenhague

Greenpeace solicita a la UE compromisos económicos específicos que concreten el plan de rescate del clima presentado esta mañana

Comunicado de prensa - enero 28, 2009
Greenpeace da la bienvenida a la propuesta que ha presentado hoy la Comisión Europea para destinar ayuda financiera a la protección del clima en los países en desarrollo y apoyar nuevas medidas que contribuyan a la reducción de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.

Poznan, Polonia. 12 de diciembre de 2008. El oso polar sin hogar, refugiado ambiental, hace "auto-stop" para que alguien le lleve a Copenhague, donde un compromiso internacional se debe acordar en 2009 si se quiere evitar un cambio climático catastrófico.

Sin embargo, Greenpeace lamenta que la Comisión haya retrocedido en el último minuto: ha debilitado su propuesta inicial mediante la eliminación de cualquier mención a cifras específicas de ayuda financiera. La propuesta presentada hoy por la Comisión constituye un primer esbozo de la posición que va a defender la Unión Europea (UE) en la cumbre sobre el clima que se celebrará en Copenhague el próximo mes de diciembre.

"La Comisión ha presentado un programa decente, pero ha dado una nueva muestra de su incapacidad para traducir en dinero lo que expone en palabras, evitando cualquier referencia a cifras concretas que permitan prevenir una catástrofe climática global. La mejora de esta propuesta queda en manos de los Ministros de Medio Ambiente y Economía de la UE, que deben dotarla de compromisos financieros concretos para hacer frente a las medidas de prevención y de lucha contra los serios desastres económicos y sociales que derivan del cambio climático", ha declarado Aida Vila, responsable de la campaña de Cambio climático y Energía de Greenpeace.

La Comisión ha hecho un llamamiento a los países industrializados para que proporcionen apoyo financiero a las energías limpias, a la protección forestal y a las medidas de adaptación al cambio climático en los países más pobres. La propuesta establece que los fondos para estos apoyos se obtendrán mediante un sistema de gravamen de las emisiones en el que las industrias contaminantes y los países desarrollados paguen por sus emisiones de carbono.

Greenpeace solicita a los países industrializados ricos que mantengan un compromiso de destinar, por lo menos, 110.000 millones de euros anuales a estos conceptos y a la UE que asigne 25.000 millones de euros (además de los fondos que ya se destinan a ayuda al desarrollo). Los fondos que los países industrializados deberían destinar al apoyo a los países en desarrollo se desglosarían así:

  • 40.000 millones de euros (anuales para 2020) en apoyo al desarrollo de energías limpias.
  • 30.000 millones de euros (anuales para 2020) para reducir la deforestación y sus efectos en las comunidades locales.
  • 40.000 millones de euros (anuales para 2020) para ayudar a las comunidades en desarrollo a adaptarse a los efectos del cambio climático.

"Independientemente de las recesiones económicas que van y vienen, debemos salvar el clima antes de que sea demasiado tarde. Si la UE y el resto de países desarrollados no presentan serios compromisos económicos de apoyo a los países en desarrollo, los efectos económicos y sociales del cambio climático que van a dejarse notar en todo el mundo pueden ser catastróficos e irreversibles" ha añadido Vila.

Greenpeace demanda, además, que la UE aumente su compromiso unilateral de reducción de emisiones hasta el 40% para 2020 -tomando como base los niveles de 1990-, con la condición de que un mínimo del 30% de esta reducción se realice internamente y la firme voluntad de apoyar un 10% de reducción adicional en los países en desarrollo. El acuerdo de reducción del 20% de las emisiones alcanzado por la UE el mes de diciembre pasado es insuficiente para mantener el calentamiento global por debajo del peligroso umbral de los dos grados centígrados - un límite que la misma UE reconoce que no debería superarse.

"Las inundaciones, las sequías y las tormentas destructivas ya no son amenazas lejanas para los europeos. Estamos agotando el tiempo y es necesario actuar ahora y de forma drástica para prevenir una catástrofe climática irreversible" ha declarado Aida Vila, responsable de la campaña Cambio climático y Energía de Greenpeace España.