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Greenpeace pide a los Ministros de la UE que no levanten la moratoria de Transgénicos

El maíz Bt-11 que se pretende autorizar no cumple los requisistos establecidos en la nueva legislación europea

Comunicado de prensa - abril 26, 2004
Greenpeace exige a los ministros de agricultura de la UE que mantengan la moratoria sobre nuevas autorizaciones de transgénicos, establecida en junio de 1999, cuando voten hoy la propuesta para dar luz verde a la importación y comercialización para consumo humano del maíz Bt-11 modificado genéticamente.

Charanga en Cartagena en contra de los transgénicos

El Consejo de Agricultura que se celebra hoy en Luxemburgo se enfrenta a la primera votación de una solicitud de aprobación de un transgénico desde el comienzo de la moratoria. La propuesta de la Comisión Europea se refiere al Bt-11, producido por la compañía suiza Syngenta. Si los ministros no rechazan esta propuesta con mayoría cualificada, la Comisión, que ya ha afirmado que tiene intención de hacerlo, autorizará este maíz.

Greenpeace apela a la responsabilidad de los ministros para que voten contra la propuesta de la Comisión y no autoricen este transgénico en el mercado europeo. Según las normas de votación, las abstenciones contabilizan como votos a favor.

La moratoria se estableció porque el marco legislativo de la UE se demostró inadecuado para garantizar la seguridad de los alimentos, de los piensos y del medio ambiente. Los Estados miembros condicionaron entonces el levantamiento de la moratoria al establecimiento de una legislación más adecuada, unas evaluaciones de riesgo más estrictas, un régimen de responsabilidad y unas normas de etiquetado y trazabilidad transparentes y completas.

"Aunque se han verificado algunos progresos en la legislación Europea, aún hay aspectos que necesitan ser subsanados" -afirmó Juan-Felipe Carrasco, responsable de la campaña de transgénicos de Greenpeace, a bordo del Esperanza, el buque de la organización ecologista que está realizando una campaña por Europa en contra de los transgénicos.- "La legislación actual no impide la contaminación de la agricultura y de las semillas. No existe un régimen que determine la responsabilidad de las compañías que producen y comercian con estos productos. Además, aún no se ha verificado que el sistema de evaluación de organismos modificados genéticamente haya mejorado realmente".

El maíz Bt-11 ha sido modificado para producir una toxina que en la naturaleza sólo se encuentra en bacterias. La evaluación de riesgos de la UE a la que ha sido sometida esta variedad de maíz se ha realizado con los procedimientos que establecía la ley Novel Food Regulation (EC) 258/97, una legislación obsoleta y anterior a la moratoria.

Hay muchas dudas pendientes sobre la calidad de los datos aportados por Syngenta y sobre la evaluación del Comité Científico sobre Alimentos, un organismo que ha sido reemplazado por la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria. En concreto:

  • -No se ha llevado a cabo un análisis toxicológico de toda la planta.
  • -No se han hecho estudios sobre los efectos a largo plazo de la ingestión de la nueva proteína.
  • -Los estudios de reacciones alérgicas son insuficientes y muchos de los puntos asumidos por Syngenta son falsos.
  • -La seguridad del Bt-11 se basa en argumentos teóricos y no en evidencias .

Greenpeace se opone a la liberación de transgénicos al medio ambiente y su introducción en la cadena alimentaria. "Los nuevos reglamentos no pueden ser utilizados como excusa para que los ministros aprueben un maíz cuya seguridad no ha sido garantizada", añadió Juan-Felipe Carrasco.- "Al igual que la industria automovilística nunca podría comercializar un coche con tantos fallos, no hay motivos para permitir a las compañías biotecnológicas que vendan productos alimentarios realizados con una tecnología obsoleta y peligrosa".

La Comisión tiene una larga lista de solicitudes de aprobación pendientes y su intención es que los Estados miembros las consideren en los próximos meses. Levantar la moratoria en este momento, autorizando un transgénico altamente controvertido como el Bt-11, cuya evaluación de riesgos es incorrecta y cuando todavía no se han puesto en marcha todas las leyes necesarias para garantizar la seguridad y la libertad de elección de los ciudadanos, no es el camino para ganar la confianza de unos consumidores que se oponen masivamente al uso de transgénicos en la agricultura y en la alimentación.

"Greenpeace considera que un voto a favor del Bt-11 es una traición a los consumidores y a los ciudadanos europeos" -afirmó Carrasco- "Los ministros de la UE no deben ceder a las presiones de los EEUU para levantar la moratoria, sino proteger la salud de los consumidores europeos y el medio ambiente".

NOTAS:

[1] En su Informe del 25 de noviembre de 2003, la AFSSA (Agencia de Seguridad Alimentaria Francesa) indicó que faltaban datos y estudios sobre toxicidad para este maíz dulce e indicó que "no pueden ser excluídos potenciales efectos imprevistos de este maíz, debido a una interferencia del transgen con el metabolismo específico" http://www.afssa.fr/actualites/index.asp?id_theme=1086&id_info=5 401

También la Agencia Federal Medioambiental austriaca se mostró muy crítica con la solicitud de aprobación y la evaluación del Bt 11 en el informe: Spök, A., Karner, S., Stirn, S & Gaugitsch, H. (2003) Toxikologie und allergologie von GVO-produkten - Teil 2b. Untersuchung von regelungen zur sicherheitsbewertung von gentechnisch veränderten lebensmitteln in der EU und den USA. Monographien Band 164B: Agencia Federal Medioambiental austriaca

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