Charanga en Cartagena en contra de los transgénicos
El Consejo de Agricultura que se celebra hoy en Luxemburgo se
enfrenta a la primera votación de una solicitud de aprobación de un
transgénico desde el comienzo de la moratoria. La propuesta de la
Comisión Europea se refiere al Bt-11, producido por la compañía
suiza Syngenta. Si los ministros no rechazan esta propuesta con
mayoría cualificada, la Comisión, que ya ha afirmado que tiene
intención de hacerlo, autorizará este maíz.
Greenpeace apela a la responsabilidad de los ministros para que
voten contra la propuesta de la Comisión y no autoricen este
transgénico en el mercado europeo. Según las normas de votación,
las abstenciones contabilizan como votos a favor.
La moratoria se estableció porque el marco legislativo de la UE
se demostró inadecuado para garantizar la seguridad de los
alimentos, de los piensos y del medio ambiente. Los Estados
miembros condicionaron entonces el levantamiento de la moratoria al
establecimiento de una legislación más adecuada, unas evaluaciones
de riesgo más estrictas, un régimen de responsabilidad y unas
normas de etiquetado y trazabilidad transparentes y completas.
"Aunque se han verificado algunos progresos en la legislación
Europea, aún hay aspectos que necesitan ser subsanados" -afirmó
Juan-Felipe Carrasco, responsable de la campaña de transgénicos de
Greenpeace, a bordo del Esperanza, el buque de la organización
ecologista que está realizando una campaña por Europa en contra de
los transgénicos.- "La legislación actual no impide la
contaminación de la agricultura y de las semillas. No existe un
régimen que determine la responsabilidad de las compañías que
producen y comercian con estos productos. Además, aún no se ha
verificado que el sistema de evaluación de organismos modificados
genéticamente haya mejorado realmente".
El maíz Bt-11 ha sido modificado para producir una toxina que en
la naturaleza sólo se encuentra en bacterias. La evaluación de
riesgos de la UE a la que ha sido sometida esta variedad de maíz se
ha realizado con los procedimientos que establecía la ley Novel
Food Regulation (EC) 258/97, una legislación obsoleta y anterior a
la moratoria.
Hay muchas dudas pendientes sobre la calidad de los datos
aportados por Syngenta y sobre la evaluación del Comité Científico
sobre Alimentos, un organismo que ha sido reemplazado por la
Agencia Europea de Seguridad Alimentaria. En concreto:
- -No se ha llevado a cabo un análisis toxicológico de toda la
planta.
- -No se han hecho estudios sobre los efectos a largo plazo de la
ingestión de la nueva proteína.
- -Los estudios de reacciones alérgicas son insuficientes y
muchos de los puntos asumidos por Syngenta son falsos.
- -La seguridad del Bt-11 se basa en argumentos teóricos y no en
evidencias .
Greenpeace se opone a la liberación de transgénicos al medio
ambiente y su introducción en la cadena alimentaria. "Los nuevos
reglamentos no pueden ser utilizados como excusa para que los
ministros aprueben un maíz cuya seguridad no ha sido garantizada",
añadió Juan-Felipe Carrasco.- "Al igual que la industria
automovilística nunca podría comercializar un coche con tantos
fallos, no hay motivos para permitir a las compañías
biotecnológicas que vendan productos alimentarios realizados con
una tecnología obsoleta y peligrosa".
La Comisión tiene una larga lista de solicitudes de aprobación
pendientes y su intención es que los Estados miembros las
consideren en los próximos meses. Levantar la moratoria en este
momento, autorizando un transgénico altamente controvertido como el
Bt-11, cuya evaluación de riesgos es incorrecta y cuando todavía no
se han puesto en marcha todas las leyes necesarias para garantizar
la seguridad y la libertad de elección de los ciudadanos, no es el
camino para ganar la confianza de unos consumidores que se oponen
masivamente al uso de transgénicos en la agricultura y en la
alimentación.
"Greenpeace considera que un voto a favor del Bt-11 es una
traición a los consumidores y a los ciudadanos europeos" -afirmó
Carrasco- "Los ministros de la UE no deben ceder a las presiones de
los EEUU para levantar la moratoria, sino proteger la salud de los
consumidores europeos y el medio ambiente".
NOTAS:
[1] En su Informe del 25 de noviembre de 2003, la AFSSA (Agencia
de Seguridad Alimentaria Francesa) indicó que faltaban datos y
estudios sobre toxicidad para este maíz dulce e indicó que "no
pueden ser excluídos potenciales efectos imprevistos de este maíz,
debido a una interferencia del transgen con el metabolismo
específico"
http://www.afssa.fr/actualites/index.asp?id_theme=1086&id_info=5
401
También la Agencia Federal Medioambiental austriaca se mostró
muy crítica con la solicitud de aprobación y la evaluación del Bt
11 en el informe: Spök, A., Karner, S., Stirn, S & Gaugitsch,
H. (2003) Toxikologie und allergologie von GVO-produkten - Teil 2b.
Untersuchung von regelungen zur sicherheitsbewertung von
gentechnisch veränderten lebensmitteln in der EU und den USA.
Monographien Band 164B: Agencia Federal Medioambiental
austriaca
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