Comunicado de prensa - mayo 12, 2005
Greenpeace ha remitido hoy una carta a la Consejera de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, Fuensanta Coves, en la que la felicita por su rechazo a la ampliación de la Central Térmica de Carboneras (Almería), aunque le pide que tenga en cuenta el gran potencial que las energías renovables representan en esta comunidad para disponer de una alternativa más sostenible al carbón que las térmicas de gas de ciclo combinado.
Según los resultados preliminares de un estudio sobre el
potencial de las energías renovables que Greenpeace está
realizando, Andalucía podría cubrir varias veces su demanda
energética mediante sus propios recursos renovables. Así, el
potencial de generación de energía solar fotovolatica integrada en
los edificios andaluces podría satisfacer más de tres veces la
demanda eléctrica de Andalucía. Además, el potencial del recurso
eólico marino en Andalucía produciría casi dos veces la demanda de
la comunidad y siete veces más que una gran central térmica de
carbón como la de Endesa en Carboneras o la térmica de Iberdrola en
Arcos de la Frontera (Cádiz).
El pasado 4 de abril, una treintena de miembros de Greenpeace
instalaron una central solar fotovoltaica portátil en el interior
de la térmica de Carboneras para exigir a Endesa que abandonara su
proyecto de ampliación con un nuevo grupo de carbón (hulla
importada) de 700-800 MW. Tras la acción, la Junta de Andalucía
hacía pública su intención de no permitir la ampliación. Al día
siguiente, tras una serie de reuniones con Greenpeace en Almería,
Izquierda Unida, Partido Andalucista, PSOE y el Grupo Independiente
por Almería (GIAL), expresaron también su rechazo al proyecto.
"Endesa debe abandonar definitivamente su planes de ampliación
de Carboneras, y dedicar sus recursos a las energías renovables"
-ha declarado Raquel Montón, responsable de la campaña de energía
de Greenpeace- "No hacen falta más centrales térmicas, sino acabar
con el derroche de energía y aprovechar las energías renovables tan
abundantes de las que disponemos".
Andalucía ha aumentado en un 55% sus emisiones de gases de
efecto invernadero, con respecto al año 1990, diez puntos por
encima de la media nacional. La construcción de centrales térmicas
imposibilita el cumplimiento del Protocolo de Kioto y hace inviable
la lucha contra un cambio climático peligroso.
Dado el protagonismo que puede tener Andalucía en el crecimiento
de las renovables, Greenpeace pide a la Junta su apoyo para que, en
la revisión del Plan de Fomento de las Energías Renovables, el
Gobierno español eleve el objetivo de potencia instalada en
centrales solares termoeléctricas a 1000 MW (actualmente está en
200 MW), además de otros 1000 MW de instalaciones solares
fotovoltaicas. Así mismo Greenpeace reclama la elaboración de un
Plan Eólico Marino, como parte del compromiso de revisar el Plan de
Fomento de las Energías Renovables.