Comunicado de prensa - julio 10, 2009
A pocas horas de que finalice la reunión del G8 en Italia, Greenpeace considera que, de nuevo, los países ricos han preferido distraer a la sociedad con una “bonita declaración de intenciones” a adoptar los compromisos necesarios para conseguir un buen acuerdo internacional en Copenhague.
25 activistas de Greenpeace ocupan la central térmica de Marghera (cerca de Venecia), una de las 4 centrales térmicas que está ocupando Greenpeace en Italia con motivo de la cumbre del G8. Greenpeace pide a los líderes del G8 que emprendan acciones urgentes para hacer frente al cambio climático.
Greenpeace destaca que, para frenar el cambio climático, es
necesario que el acuerdo que se alcance en Copenhague contemple
compromisos tanto de los países desarrollados como de los países en
desarrollo. Para conseguir el compromiso de éstos últimos los
países ricos deben ofrecerles apoyo financiero y liderar las
negociaciones asumiendo compromisos de reducción de emisiones para
2020.
Mientras, el G8 habla de evitar el aumento de 2ºC de la
temperatura global y de reducir drásticamente las emisiones para
2050, sin explicar qué van a hacer hasta entonces para conseguirlo.
Greenpeace lamenta que el G8 traslade la acción a generaciones
futuras y deje solos a los países en desarrollo que, pese a ser los
menos responsables del cambio climático, son sus mayores víctimas y
no tienen capacidad para hacerle frente sin el apoyo necesario.
"Los líderes del G8 han escogido tener una bonita foto basada en
una mera declaración de intenciones en lugar de asumir los
compromisos necesarios para obtener un acuerdo internacional que
salve el clima", ha declarado Raquel Montón, responsable de la
campaña de Cambio climático y Energía de Greenpeace. "Admitir que
hay que evitar un calentamiento global superior a 2ºC no es
suficiente para evitarlo".
Durante los tres días que ha durado la reunión del G8, más de100
activistas de Greenpeace han ocupado y pintado las chimeneas de
cinco centrales térmicas de carbón en Italia, bloqueando las grúas
y cintas transportadoras de algunas de ellas, para señalar a uno de
los principales culpables del cambio climático: el carbón. Dos de
las centrales siguen ocupadas hasta que finalice la reunión del
G8.
Asimismo, esta mañana un grupo de activistas la organización
ecologista ha pintado el casco de un barco de carbón procedente de
Sudáfrica, cerca de la central térmica de Civitavecchia (Roma) con
el mensaje "G8 FAILED" (el G8 ha fallado). Esta actividad ha
marcado el final de una semana de protestas en todo el mundo con
las que Greenpeace ha pedido el liderazgo del G8 para salvar el
clima.
"Hoy los líderes del G8 han demostrado que son capaces de
dirigir el mundo pero no de protegerlo, esperamos que los líderes
políticos mundiales estén a la altura de esta responsabilidad en la
sesión de crisis que va a celebrar Naciones Unidas el próximo 22 de
septiembre" ha concluido Montón. "Cada vez queda menos tiempo para
salvar el clima y va a ser su responsabilidad si llegamos
tarde".