La demanda sigue creciendo en España de forma irracional ante la práctica inexistencia de medidas de ahorro y eficiencia energética
Más de dos tercios de la energía eléctrica que se vende en
España procede de fuentes de energía sucia (centrales térmicas y
nucleares), mientras que menos del 7% procede de energías
renovables, datos que se ocultan a los consumidores.
Greenpeace pide al ministro de Industria, José Montilla, que
desarrolle con urgencia una normativa que obligue a las compañías
eléctricas a informar sobre el origen e impactos de la electricidad
que venden a través de un etiquetado eléctrico oficial.
"Lo que queremos saber es de dónde viene la energía, para que
los consumidores, que en definitiva somos todos, puedan elegir
electricidad limpia. Así todos podremos ejercer con conocimiento
nuestro derecho a elegir" -ha declarado José Luis García Ortega,
responsable de proyectos de la Campaña de Energía de Greenpeace
España- "No se puede permitir que las compañías eléctricas sigan
engañando impunemente a los consumidores ocultando el origen sucio
de su electricidad e incluso a veces disfrazándola falsamente de
verde", añadió.
Según Greenpeace, sin un etiquetado que proporcione una
información fiable sobre el origen e impacto de la electricidad se
está creando un clima de indefensión y desinformación que favorece
la aparición de campañas de publicidad ambigua o engañosa, como las
ofertas de supuesta energía "verde" que ni siquiera procede de
fuentes renovables. Así resulta imposible e inútil ejercer el
derecho a elegir la compañía que queremos que nos suministre la
electricidad a nuestros hogares y empresas, en vigor desde enero
de 2003.
El etiquetado eléctrico que propone Greenpeace permitiría al
Gobierno cumplir la directiva europea que impone a todas las
empresas que venden electricidad a los consumidores finales la
obligación de desglosar las fuentes de energía que se utilizan para
generar toda la electricidad que venden, así como de informar sobre
los impactos ambientales que originan, detallando como mínimo las
emisiones de CO2, causantes del cambio climático, y los residuos
radiactivos que producen. El Gobierno español aún no cumplido con
la obligación de trasponer a la legislación interna el etiquetado
eléctrico regulado en la Directiva, lo que ha motivado que la
Comisión Europea haya abierto un procedimiento de infracción contra
el Estado español.
Greenpeace ha presentado hoy el informe "EL ETIQUETADO
ELÉCTRICO. ¿De dónde viene la electricidad que consumimos?", con
una propuesta concreta para desarrollar una normativa que cumpla el
triple objetivo de: permitir a los clientes la elección entre
suministradores o, adicionalmente, entre productos; garantizar la
protección de los consumidores frente a publicidad ambigua o
engañosa; y hacer los mercados eléctricos más eficientes y
transparentes.
Greenpeace considera que para que el etiquetado sea efectivo
tiene que ser estándar y obligatorio para todas las compañías
suministradoras de electricidad y propone los siguientes requisitos
básicos:
- El etiquetado tiene que contener información sobre el origen de
la electricidad definido con un listado estándar de fuentes de
energía.
- Tiene que aportar información sobre el impacto ambiental
relacionado con la emisión de CO2, principal responsable del cambio
climático y sobre la producción de residuos radiactivos. Esta
información tiene que presentarse con un formato ranking de menor
(nulo) a mayor impacto, de fácil interpretación.
- Para promover la eficiencia y el ahorro energético, debe
incluirse en la etiqueta información comparativa del consumo del
cliente en relación con la media de su sector.
- La información debe referirse a la totalidad de la energía
suministrada por la compañía, aunque se pueda añadir información
adicional acerca del origen del producto concreto suministrado. De
esta forma tendríamos información no sólo del producto que nos
venden sino de la compañía que nos lo está vendiendo.
- El contenido y formato de la etiqueta tiene que ser estándar a
nivel nacional para permitir la comparación entre proveedores y la
elección de los consumidores.
- El etiquetado debe enviarse en una separata anexa con cada
factura eléctrica y en todo tipo de comunicaciones entre las
compañías y sus clientes. De esta forma será accesible para todos
los consumidores.
- Para garantizar la veracidad de los datos, la elaboración y
verificación de este etiquetado debe ser confiado a un organismo
independiente, como la Comisión Nacional de Energía.
Greenpeace espera que el Ministerio de Industria se haga eco con
urgencia de esta propuesta y desarrolle cuanto antes un borrador de
Real Decreto sobre etiquetado eléctrico, que cumpla las
obligaciones pendientes y sea debatido en el Consejo Consultivo de
Electricidad de la Comisión Nacional de Energía.
La organización ecologista ha puesto en marcha una recogida de
firmas dirigida al ministro Montilla, tanto a través de internet
(www.greenpeace.es) como directamente en las poblaciones donde
recalará el barco Arctic Sunrise.
El sábado y el domingo, el Artic Sunrise, atracado en el Moll de
la Fusta, abrirá sus puertas a los ciudadanos de Barcelona .
Voluntarios de Greenpeace mostrarán el buque por dentro, recogerán
firmas y explicarán los detalles de la campaña "Queremos saber para
poder elegir".
Horario de visita: Sábado 16, de 11 a 19 horas
Domingo 17, de 12 a 19 horas
(*) Nota:
La campaña "Queremos saber... para poder elegir" se inició en el
año 2003, con la participación de las siguientes
organizaciones:
- Consumidores: CECU, FUCI, UCE, ASGECO.
- Ecologistas: Greenpeace, WWF/ADENA, Ecologistas en Acción.
- Sindicatos: CC.OO., UGT.
El Gobierno respondió prometiendo que revisarían la normativa
española para adaptarla a los requerimientos de la directiva
europea, antes del 1 de julio de 2004. Esto no se ha cumplido, ni
por parte del Gobierno anterior ni por el actual.