Activistas de Greenpeace elevan un globo aerostático demandando el cierre de la central nuclear de Garoña
Para ello, Greenpeace invita a los ciudadanos a pasar en Logroño
el viernes día 26 de noviembre por la Plaza de la Cometa (esquina
de las calles Gonzalo de Berceo y Ramírez de Velasco), y acercarse
a la mesa de recogida de firmas y montarse en el globo aerostático
cautivo que se instalará, con el correspondiente permiso municipal.
En Burgos la mesa y el Globo estarán instalados el sábado 27 en el
Centro Comercial Camino de la Plata (entre las calles Farmacéutico
Otulio Fernández y San Roque) y en Vitoria el domingo 28 en el
Centro Comercial El Boulevard (calle Zaramaga). En las tres
ciudades Greenpeace estará en la calle entre las 11.00 y las 17:00
horas.
Durante la jornada, miembros de Greenpeace informarán y
repartirán información sobre los problemas de la energía nuclear y,
más en concreto, sobre la falta de seguridad de la central de
Garoña, y solicitarán a la ciudadanía que apoyen con su firma la
solicitud al presidente Zapatero y al Ministro de Industria, José
Montilla, para que cumplan su compromiso electoral de abandono de
la energía nuclear.
En efecto, el Gobierno presidido por José Luis Rodríguez
Zapatero se ha comprometido a abandonar la energía nuclear y
sustituirla gradualmente "por energías más seguras, más limpias y
menos costosas". Es una promesa que está en
el programa electoral del PSOE y en el acuerdo programático
PSOE-Los Verdes. El propio Rodríguez Zapatero lo ratificó en su
discurso de investidura ante el Congreso de los Diputados.
Ante el fracaso medioambiental, económico y tecnológico de la
energía nuclear, resulta cada vez más necesario iniciar un plan de
cierre progresivo pero urgente de las centrales nucleares, con el
fin de avanzar hacia un modelo energético sostenible.
El ejemplo de Alemania y Suecia demuestra que, si hay voluntad
política, es posible abandonar la energía nuclear al tiempo que se
reducen las emisiones de CO2 para cumplir con nuestras obligaciones
con el Protocolo de Kioto. Sólo hace falta apostar decididamente
por las energías limpias (energías renovables y tecnologías de
ahorro y eficiencia energética), que además de no producir residuos
radiactivos son más eficientes en coste a la hora de reducir
emisiones de CO2
Por motivos de seguridad, el abandono de la energía nuclear debe
comenzar con el cierre de la central nuclear de Santa Mª de Garoña
(Burgos). Esta central sufre un grave problema de agrietamiento
múltiple de diversos componentes internos de la vasija del reactor,
elementos fundamentales para la seguridad. El Consejo de Seguridad
Nuclear ha reconocido ante el Congreso de los Diputados que este
problema va a seguir empeorando inexorablemente.
La escasa contribución energética de la central nuclear de
Garoña al sistema eléctrico peninsular (el 1,6% del total),
perfectamente prescindible dado el exceso de potencia instalada, no
puede ser utilizado como excusa para mantener en funcionamiento
esta peligrosa y obsoleta instalación.
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