Venta de atún en la lonja de Tsjukiji, Tokyo
Las flotas artesanales, como las almadrabas andaluzas, los
arrantzales vascos o las flotas de cebo vivo del Estrecho de
Gibraltar se han visto claramente perjudicadas por la posición
española.
Para Greenpeace el resultado de la cumbre supone un desastre y
un escándalo. La CICAA se ha vuelto a mostrar completamente incapaz
de gestionar la recuperación del atún rojo en el Mediterráneo, por
lo que la organización ecologista buscará la protección de la
especie a través de otros canales, como la solicitud de sanciones
comerciales por parte de la Convención Internacional sobre el
Comercio de Especies Amenazadas (CITES).
"El Gobierno ha engañado a la ciudadanía: hace un mes, en el
Congreso Mundial de la Naturaleza, se comprometió a la aprobación
de un plan de recuperación de la especie coherente con las
recomendaciones de los científicos. Ahora, ha venido a Marrakech
defendiendo posturas totalmente distintas. Como ya sabíamos, se
trata de un Ministerio de Medio Ambiente entregado a los intereses
de la industria pesquera", ha afirmado Sebastián Losada,
responsable de la campaña de Pesca de Greenpeace, quien también ha
asegurado que "España tiene la mayor cuota de atún rojo del mundo y
debería haber hecho valer su peso, pero ha decidido defender los
intereses a corto plazo de una pequeña parte de su industria
pesquera".
La delegación comunitaria ha presionado a otros países en la
reunión para que adopten medidas que ignoran totalmente las
recomendaciones del comité científico de la CICAA de reducir la
presión pesquera sustancialmente. Estas presiones han incluido
amenazas comerciales a países en desarrollo que apoyaban la
adopción de medidas más ambiciosas para conservar el atún.
En 2009 los países que participen en la pesquería podrán pescar
más de 22.500 toneladas de atún rojo, 7.500 toneladas por encima de
lo recomendado por los científicos para evitar el colapso de la
población de atún rojo. El nuevo plan de gestión no protege a la
población reproductora de atún rojo y sólo acorta la temporada de
pesca de cerco, el arte responsable de la mayoría de las capturas
ilegales, en diez días. Con estas normas, las capturas ilegales
volverán a superar con creces el límite legal.
En cuanto a la protección de las zonas de reproducción, y pese
al compromiso del Ministerio de Medio Ambiente de hacer todo lo
posible para declarar un santuario en aguas de las Islas Baleares,
el plan aprobado tan solo pide identificar las zonas de
reproducción del atún rojo con vistas a su discusión en el año
2010.
"El atún rojo se han convertido en una especie en peligro
precisamente por la desastrosa gestión de la CICAA. Es hora de
sacar esta pesquería de manos de esta convención y de mirar hacia
otras como CITES que puedan imponer restricciones al comercio de la
especie", ha añadido Losada. "Estos últimos siete días han
demostrado que la CICAA es una farsa. Ha llevado al desastre al
atún rojo y no está ni siquiera preparado para afrontar las
consecuencias. Esta reunión se parece más a un mercadillo que a un
organismo internacional, con Gobiernos e industria regateando por
las mayores cuotas de atún posibles".
En 2006, tras años de excesivos niveles de pesca ilegal, entre
otros por buques de pesca comunitarios, la CICAA acordó un "plan de
recuperación" del atún rojo que establecía una captura máxima total
de 29,500 toneladas en 2007. El Comité científico de la CICAA
recomendaba un límite máximo de 15,000 toneladas. En 2007 las
capturas de atún rojo se estiman en 61.000 toneladas, lo que
convierte a esta en una de las pesquerías con mayores capturas
ilegales en todo el mundo.
Greenpeace demandaba un cierre de la pesquería hasta la
aprobación de un plan de recuperación adecuado que incluya un
cierre a la pesca de cerco durante los meses de mayo, junio y julio
y el establecimiento de reservas marinas para la protección de las
zonas de reproducción del atún.