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España pone al atún rojo y a los pescadores artesanales al borde del colapso

Greenpeace denuncia que las presiones de la Unión Europea han evitado un acuerdo para salvar el atún rojo en la reunión de Marrakech

Comunicado de prensa - noviembre 25, 2008
Para Greenpeace, la posición defendida por España durante la 16ª reunión anual de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (CICAA) únicamente ha favorecido a los grupos industriales que operan en el Mediterráneo oriental y central. Estas son las zonas donde existe un mayor descontrol y en las que se han producido más infracciones de pesca ilegal en los últimos años.

Venta de atún en la lonja de Tsjukiji, Tokyo

Las flotas artesanales, como las almadrabas andaluzas, los arrantzales vascos o las flotas de cebo vivo del Estrecho de Gibraltar se han visto claramente perjudicadas por la posición española.

Para Greenpeace el resultado de la cumbre supone un desastre y un escándalo. La CICAA se ha vuelto a mostrar completamente incapaz de gestionar la recuperación del atún rojo en el Mediterráneo, por lo que la organización ecologista buscará la protección de la especie a través de otros canales, como la solicitud de sanciones comerciales por parte de la Convención Internacional sobre el Comercio de Especies Amenazadas (CITES).

"El Gobierno ha engañado a la ciudadanía: hace un mes, en el Congreso Mundial de la Naturaleza, se comprometió a la aprobación de un plan de recuperación de la especie coherente con las recomendaciones de los científicos. Ahora, ha venido a Marrakech defendiendo posturas totalmente distintas. Como ya sabíamos, se trata de un Ministerio de Medio Ambiente entregado a los intereses de la industria pesquera", ha afirmado Sebastián Losada, responsable de la campaña de Pesca de Greenpeace, quien también ha asegurado que "España tiene la mayor cuota de atún rojo del mundo y debería haber hecho valer su peso, pero ha decidido defender los intereses a corto plazo de una pequeña parte de su industria pesquera".

La delegación comunitaria ha presionado a otros países en la reunión para que adopten medidas que ignoran totalmente las recomendaciones del comité científico de la CICAA de reducir la presión pesquera sustancialmente. Estas presiones han incluido amenazas comerciales a países en desarrollo que apoyaban la adopción de medidas más ambiciosas para conservar el atún.

En 2009 los países que participen en la pesquería podrán pescar más de 22.500 toneladas de atún rojo, 7.500 toneladas por encima de lo recomendado por los científicos para evitar el colapso de la población de atún rojo. El nuevo plan de gestión no protege a la población reproductora de atún rojo y sólo acorta la temporada de pesca de cerco, el arte responsable de la mayoría de las capturas ilegales, en diez días. Con estas normas, las capturas ilegales volverán a superar con creces el límite legal.

En cuanto a la protección de las zonas de reproducción, y pese al compromiso del Ministerio de Medio Ambiente de hacer todo lo posible para declarar un santuario en aguas de las Islas Baleares, el plan aprobado tan solo pide identificar las zonas de reproducción del atún rojo con vistas a su discusión en el año 2010.

"El atún rojo se han convertido en una especie en peligro precisamente por la desastrosa gestión de la CICAA. Es hora de sacar esta pesquería de manos de esta convención y de mirar hacia otras como CITES que puedan imponer restricciones al comercio de la especie", ha añadido Losada. "Estos últimos siete días han demostrado que la CICAA es una farsa. Ha llevado al desastre al atún rojo y no está ni siquiera preparado para afrontar las consecuencias. Esta reunión se parece más a un mercadillo que a un organismo internacional, con Gobiernos e industria regateando por las mayores cuotas de atún posibles".

En 2006, tras años de excesivos niveles de pesca ilegal, entre otros por buques de pesca comunitarios, la CICAA acordó un "plan de recuperación" del atún rojo que establecía una captura máxima total de 29,500 toneladas en 2007. El Comité científico de la CICAA recomendaba un límite máximo de 15,000 toneladas. En 2007 las capturas de atún rojo se estiman en 61.000 toneladas, lo que convierte a esta en una de las pesquerías con mayores capturas ilegales en todo el mundo.

Greenpeace demandaba un cierre de la pesquería hasta la aprobación de un plan de recuperación adecuado que incluya un cierre a la pesca de cerco durante los meses de mayo, junio y julio y el establecimiento de reservas marinas para la protección de las zonas de reproducción del atún.