Comunicado de prensa - noviembre 24, 2008
Greenpeace y WWF piden hoy al presidente del Gobierno español que vete la posición actual de la Comunidad Europea en ICCAT y que consiga un consenso de alto nivel para dar un futuro a la pesquería de atún rojo.
Hoy es la última oportunidad de que la Comisión Internacional
para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT) apruebe un
verdadero Plan de Recuperación para el atún rojo, aunque las
expectativas no son muy halagüeñas. A pesar de llevar más de una
semana discutiendo las medidas que se deben adoptar para salvar a
la especie, aún hoy no existe ningún consenso entre las Partes
Contratantes. El atún rojo está pendiente de un hilo y su futuro,
así como el de miles de familias de pescadores, sigue sin estar
claro apenas unas horas antes de finalice la reunión de ICCAT.
La principal demanda de Greenpeace y WWF es el cierre de la
pesquería de cerco industrial durante los meses de reproducción
(mayo, junio y julio). Es en este momento cuando se produce la
mayoría de las capturas legales e ilegales (avalada por el SCRS).
Sin embargo, la posición defendida por España y la UE únicamente
favorece la pesca a los grupos industriales que operan en el
Mediterráneo oriental y central. Estas son las zonas en que existe
un mayor descontrol y en las que se han producido más infracciones
de pesca ilegal en los últimos años. Asimismo, las flotas
artesanales, como las almadrabas andaluzas y las flotas de cebo
vivo del Estrecho y el mar Cantábrico, se ven claramente
perjudicadas por esta posición del Ministerio español.
Cabe recordar que esta postura es contradictoria con la
mantenida hasta el momento por la Ministra española de Medio
Ambiente, Elena Espinosa. De hecho, Espinosa ha hecho pública su
posición sobre este tema en varios foros, comprometiéndose a
vigilar el papel de la UE en la reunión del ICCAT y a trabajar por
la conservación del atún. Tras la resolución aprobada en el
Congreso Mundial de la Naturaleza (UICN), celebrado el pasado mes
de octubre en Barcelona, el Parlamento español se manifestó de
forma unánime a favor de que el mandato que llevara la UE al ICCAT
coincidiera con la resolución que allí se aprobó. Es decir, entre
otras medidas, una reducción del periodo de pesca en los meses de
reproducción y un recorte en las cuotas de pesca. Sin embargo,
parece que la actitud de España no ha sido lo suficientemente firme
y la UE quiere sacrificar el futuro de la especie para favorecer
los intereses a corto plazo de una parte de la industria
pesquera.
En esta situación de incertidumbre, ante la actitud inmovilista
de la Comunidad Europea y la defensa de unas posturas totalmente
irresponsables del Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino,
WWF y Greenpeace solicitan una intervención inmediata del
Presidente del Gobierno. España debe hacer prevalecer su posición
ya que posee la mayor cuota de atún rojo en el mundo. No en vano,
nuestro país es el que cuenta con más familias que dependen de este
recurso y, además, es donde menos infracciones se han cometido por
la flota industrial y artesanal. Con esta posición de fuerza moral,
las organizaciones piden que Zapatero vete la posición actual de la
Comunidad Europea y que consiga un consenso de alto nivel con los
líderes mediterráneos para dar un futuro a la pesquería de atún
rojo y a las familias que dependen de ello.