Comunicado de prensa - junio 25, 2005
El etiquetado eléctrico llega mañana al Congreso de los Diputados. Tal como vienen solicitando ecologistas, consumidores y sindicatos, a través de la campaña “QUEREMOS SABER... PARA PODER ELEGIR”, los diputados debatirán la inclusión en la ley de un etiquetado eléctrico uniforme, que explique de manera comprensible y fiable el origen de la electricidad adquirida por el consumidor y los impactos ambientales producidos al generarla.
La demanda sigue creciendo en España de forma irracional ante la práctica inexistencia de medidas de ahorro y eficiencia energética
La propuesta se incluiría en la Ley de Impulso a la
Productividad, que mañana se debate en el pleno del Congreso. El
etiquetado eléctrico se incorporará a la ley, si los diputados
votan favorablemente una enmienda propuesta por el grupo
parlamentario de ERC, según la cual el Gobierno, dentro de las
medidas para fomentar las energías renovables, debería aprobar un
decreto que "velará por establecer una información sistemática en
cada factura, con formato informativo uniforme para todas las
empresas, que incluya elementos que faciliten la comprensión de los
impactos ambientales asociados a cada fuente, que limite los
porcentajes de procedencia desconocida y que garantice la
rigurosidad en la procedencia de los datos".
El Ministerio de Industria ya estaba preparando un Real Decreto
que incluía el etiquetado eléctrico. Sin embargo, la propuesta
ministerial había sido fuertemente criticada en el Consejo
Consultivo de Electricidad entre otros, por Greenpeace, ya que
permitiría a las compañías inventarse la etiqueta que indique el
origen de la electricidad, con lo que los consumidores no podrían
comparar entre lo que les ofrecen distintas compañías, y lo que es
peor, equivaldría a legalizar el engaño "verde" de las
eléctricas.
"Los consumidores reclaman ejercer su derecho a poder elegir las
fuentes de energía de la electricidad que compran, y para ello es
imprescindible darles información fiable a través de un etiquetado
eléctrico estándar" -ha declarado José Luis García Ortega,
responsable de proyectos de la Campaña de Energía de Greenpeace
España-. "Si de verdad se quiere que los consumidores sean
conscientes de los impactos ambientales del consumo de energía, esa
información tiene que estar en las facturas eléctricas, y hay que
erradicar las campañas publicitarias engañosas".
La diferencia fundamental entre la enmienda propuesta a la Ley
de Impulso a la Productividad y el decreto propuesto por el
Gobierno, es que éste no establece una etiqueta uniforme, ni en su
forma ni en su contenido, con lo que cada compañía eléctrica podría
presentar como quisiera la información sobre el origen de la
electricidad que venden. Además, según el borrador de decreto, esa
etiqueta no tendrá que contener la información sobre el impacto
ambiental de la electricidad suministrada ni habrá ningún órgano
independiente que controle la fiabilidad de la información
proporcionada. La aprobación de la enmienda a la Ley obligaría al
Gobierno a modificar el decreto, para exigir un formato uniforme de
la etiqueta eléctrica.
Greenpeace ha propuesto un formato sencillo y claro para la
etiqueta eléctrica, siguiendo el modelo de la que ya es obligatoria
para indicar la eficiencia energética de los electrodomésticos. La
propuesta de Greenpeace puede consultarse en el documento ¿De
dónde viene la electricidad que consumimos? en
www.greenpeace.es