Comunicado de prensa - julio 8, 2008
Greenpeace considera, tras conocer los acuerdos alcanzados en Toyako (Japón), que el G8 da la espalda al mundo una vez más. Mientras el Ártico desaparece, estos ochos países postponen cualquier actuación. Sólo se han conseguido palabras huecas, y no acuerdos reales para luchar contra el cambio climático.
Acción de Greenpeace ante la reunión del G8
"Es un fracaso completo de responsabilidad. No ha avanzado nada.
El G8 ha evadido su responsabilidad de adoptar objetivos claros en
el medio plazo, incluso el objetivo del 2050 es lo que ya se había
acordado en Heiligendamm," dijo Daniel Mittler, consejero político
para Greenpeace Internacional, refiriéndose a la cumbre del G8 del
año pasado.
El cambio climático es la amenaza más cara y una de las más
graves a las que se enfrenta la Humanidad, y ha sido causado,
principalmente, por los países del G8. El 80% de las emisiones en
la atmósfera ha sido producido por estos ocho países, y, en la
actualidad, emiten más del 40% de las emisiones globales de CO2, a
pesar de que ellos representan únicamente el 13% de la población
mundial. Las medidas mínimas que deberían ser acordadas son:
- mantener el aumento medio global de la temperatura más que por
debajo de dos grados centígrados, comparado con los niveles
preindustriales
- una reducción de los niveles globales de emisiones para 2015 y
más del 50% para 2050 (comparado con los niveles de 1990)
- los países industrializados deben tomar la delantera y
acometer reducciones del 30% para 2020 y del 80-90% para 2050,
también comparado con los niveles de 1990.
"Por este camino no se evitará un cambio climático peligroso. El
panorama de 2050 será una pesadilla, a menos que el mundo abandone
el carbón y el petróleo, y comience una revolución energética
basada en la eficiencia, el ahorro y las energías renovables ahora
mismo. Pero el petrolero tejano, una vez más, ha paralizado las
acciones decisivas que el mundo necesita", -ha afirmado Raquel
Montón, responsable de la campaña de Cambio Climático y Energía de
Greenpeace.
Las inversiones del Banco Mundial que el G8 ha anunciado no
excluyen carbón, la mayor fuente de contaminación energética
mundial. "Esto es un paso más en la dirección contraria. La única
buena noticia de esta cumbre es que es la última de Bush" -ha
añadido Raquel Montón."Un año después de que prometieran en
Heiligendamm una acción rápida y decisiva, todo lo que proponen es
si lo discutirán o no en la ONU; esto no es justo ni
suficiente".