La organización critica el cambio de la política de agua portuguesa que con la Alqueva apuesta por la contaminación y la especulación. Activistas de Greenpeace denunciaron hoy la operación especulativa que el ayuntamiento de El Granado está realizando en un espacio protegido de la ribera del Guadiana con la excusa de construir un puente ransfronterizo entre España y Portugal.
GREENPEACE/Pedro ARMESTRE
Descargar imagen en alta resolución
Así quisieron llamar la atención sobre la operación especulativa
que la Diputación de Huelva y el Ayuntamiento de El Granado están
realizando impunemente en un área protegida.
El proyecto de Ingeconser, S.A. y Residencial Golf, S.L. en El
Granado ha sido aprobado por el Ayuntamiento sobre una zona LIC, de
muy alta sensibilidad ambiental, Red Natura 2000, hábitat del lince
ibérico y del águila imperial y afectada por el Plan Especial de
Protección del Medio Físico. La Junta de Andalucía, a través de la
Diputación provincial de Huelva, está realizando ya las obras de la
carretera de conexión con el futuro puente transfronterizo en El
Granado. Esta carretera pasa sobre estos terrenos, recalificados
por el ayuntamiento como urbanizables. La obra se está realizando
en horario de 24 horas ininterrumpida (suspendido ahora por las
lluvias) a pesar de que aún no dispone de todas las autorizaciones
necesarias del Ministerio de Medio Ambiente.
De terminarse antes de que la Administración central las
paralice o las declare ilegales, las obras podrían acogerse a la
política de hechos consumados. Greenpeace denuncia que el
Ministerio de Medio Ambiente ha sido informado en diversas
ocasiones, por diferentes colectivos y particulares. La
organización ecologista, de hecho, ha denunciado la obra ya en dos
ocasiones (el 18 de julio y el 23 de octubre) exigiendo la
paralización de estas obras ilegales a la propia Ministra de Medio
Ambiente, Cristina Narbona, sin haber obtenido respuesta alguna. El
proyecto que se esconde tras el puente incluye 3.000 viviendas,
hoteles de lujo, un centro hípico, dos campos de golf de 18 hoyos,
centros deportivos y comerciales y un puerto deportivo.
Greenpeace ha recorrido el Bajo Guadiana para denunciar la
implantación en las riberas de los ríos del modelo de urbanismo
salvaje que sufre la costa. Sólo en la margen española está
previsto construir varios grandes complejos urbanísticos con
puertos deportivos y doce campos de golf. Esto supone, además, una
enorme presión sobre la margen portuguesa, que salvo en una pequeña
área del municipio de Castro Marín está protegida y cumple con los
requerimientos ambientales de las figuras de protección.
La organización exige a los Ministerios de Medio Ambiente de
España y Portugal que declaren en el Bajo Guadiana una figura de
protección integral e internacional como los parques
transfronterizos que ya están funcionando en otros países
europeos.
El Ayuntamiento de Ayamonte es otro ejemplo de la implicación de
las corporaciones del Bajo Guadiana en la especulación urbanística.
Costa Esury ya se está levantando a orillas del Guadiana y ocupando
el Dominio Marítimo Terrestre a pesar de las denuncias interpuestas
por otros grupos ecologistas. Fadesa, la empresa promotora, está
construyendo 6.300 viviendas, dos campos de golf, tres hoteles de
lujo y zonas comerciales. Ayamonte es el único municipio por el que
ha pasado Greenpeace en su Descenso del Guadiana que ha prohibido a
la organización realizar actividades educativas y de información a
la ciudadanía.
"Los Gobiernos de España y Portugal están apostando por la
destrucción de las riberas haciendo la vista gorda con las
operaciones urbanísticas que se están preparando en todo el Bajo
Guadiana. La voracidad especulativa en España está llegando a un
punto que destruirá todo el patrimonio natural si no le ponemos
coto. Portugal, ahora, parece querer imitar el modelo español. La
única forma de salvar el Bajo Guadiana es que los Gobiernos de
España y Portugal asuman su responsabilidad y creen un Parque
Internacional del Bajo Guadiana", ha declarado Julio Barea,
responsable de la Campaña de Aguas de Greenpeace.
A pesar que la mayor parte de la orilla portuguesa está
protegida, la presión que ejercen las grúas en la otra orilla es
tan fuerte, que varios municipios lusos están intentando quieren
seguir la estela de destrucción y especulación que sufre la margen
española. Proyectos como Almada de Ouro Golf & Country Club,
Corte Velha y Quinta do Vale, en Castro Marim, incluyen varios
campos de golf, hoteles, miles de viviendas y dos puertos
deportivos. De hacerse, triplicarían la población del municipio.
Otro de los proyectos especulativos es Ponta Da Areia en Vila Real
de Santo Antonio. De nuevo con campos de golf, miles de viviendas y
un puerto deportivo.
La ribera portuguesa cuenta, además, con dos ríos sin
infraestructuras ni vertidos y donde se conserva en buen estado la
fauna autóctona y la vegetación de ribera. Son los ríos Vascao y
Foupana. Por ello, Greenpeace pide a Portugal que sean declarados
ríos escénicos con una conservación especial e integral en la
totalidad de sus cauces.
Además, la construcción de la presa de Alqueva y el cierre de
sus compuertas en 2002 ha provocado que las especies migradoras de
peces marinos, como la anguila ya no puedan remontar por el río. A
ello, se suma la introducción de especies foráneas como el siluro,
el perca sol o la gambusia, que suponen una grave amenaza para las
especies que viven en el río al ser más voraces y capaces de
desplazar a las poblaciones autóctonas.
Alqueva también ha supuesto que el río prácticamente no
transporte sedimentos (son retenidos por el conjunto de embalses en
un 96%). Estos materiales arrastrados por las aguas son vitales
para el desarrollo de los peces del estuario, pues aportan los
nutrientes necesarios para su ciclo de vida. Alqueva es ya una
amenaza para la supervivencia de las pesquerías tradicionales de la
zona y producirá una importante regresión de las playas de
Ayamonte, Isla Cristina o Lepe que redundará negativamente en el
turismo.
Así quisieron llamar la atención sobre la operación especulativa
que la Diputación de Huelva y el Ayuntamiento de El Granado están
realizando impunemente en un área protegida.
Otros problemas que padece el Guadiana, en este último tramo
antes de su desembocadura, son los vertidos de aguas fecales e
industriales. A pesar de que la Directiva sobre Depuración de Aguas
Residuales entró en vigor a finales de 2005, municipios como Vila
Real de Santo Antonio, Ayamonte, Castro Marim, Alcoutim, Odeleite,
Azinhal, Fournazinhas y Monte Francisco la incumplen. A estos
vertidos se suman los procedentes de varias minas abandonadas en
los afluentes del Guadiana, como el Chanza, y de pesticidas
procedentes de la agricultura, que de forma periódica producen
importantes mortandades de peces.
=====================0000000======================
Activistas do Greenpeace denunciam em El Granado (Huelva) uma
operação urbanística numa área protegida
Com esta acção, a organização reclama aos governos de Espanha e
Portugal a criação do Parque do Baixo Guadiana
Greenpeace terminou hoje a Descida do Guadiana denunciando a
grande operação urbanística que está a acontecer por todo o Baixo
Guadiana com a conivência dos municípios ribeirinhos, da
Confederação Hidrográfica do Guadiana e do Instituto das Águas
português. Activistas da Greenpeace colocaram ontem ao fim do dia
um banner com lema "Destruir para especular" sobre as obras da
estrada de acesso à ponte transfronteiriça. Quiseram assim chamar a
atenção para a operação especulativa que que a Diputación de Huelva
e o Município de El Granado estão a realizar impunemente numa área
protegida.
O projecto da Ingeconser, S.A. e Residencial Golf, S.L. em zona
LIC (de alta sensibilidade ambiental), Rede Natura 2000 (habitat do
lince ibérico e águia-imperial) e zona abrangida pelo Plano
Especial de Protecção do Meio Ambiente, em El Granado, já foi
aprovado pelo município. A Junta de Andaluzia já está a realizar,
através da Diputación Provincial de Huelva, as obras da estrada de
ligação à futura ponte transfronteiriça em El Granado. A estrada
passa sobre estes terrenos, que o município requalificou como
urbanizáveis. A obra está a realizar-se em horário ininterrupto de
24 horas (suspendido agora pela chuva), apesar de ainda não ter
todas as autorizações necessárias do Ministério do
Ambiente.
Se as obras terminarem antes que a Administração central as
paralize ou as declare ilegais, estas podem abrigar-se na política
de factos consumados. A Greenpeace denuncia que o Ministério do
Ambiente já foi informado desta situação por diferentes colectivos
e particulares, em diversas ocasiões. A organização ecologista já
denunciou a obra em diversas ocasiões (a 18 de Julho e 23 de
Outubro) exigindo a sua paralização imediata à própria Ministra do
Medio Ambiente, Cristina Narbona, sem obter resposta
alguma.
O projecto que se esconde por trás da ponte inclui 3.000
residências, hotéis de luxo, um centro hípico, dois campos de golfe
de 18 buracos, centros desportivos e comerciais e um porto
desportivo.
A Greenpeace percorreu o Baixo Guadiana para denunciar a
implantação do modelo urbanístico selvagem da costa nas zonas
ribeirinhas do rio. Só na margem espanhola está prevista a
construção de vários complexos urbanísticos com portos desportivos
e doze campos de golfe. Isto significa, acima de tudo, uma enorme
pressão sobre a margem portuguesa que, exceptuando uma pequena área
do município de Castro Marim, está protegida e cumpre os
requerimentos ambientais das medidas de protecção.
A organização exige aos Ministérios do Ambiente de Portugal e
Espanha que estabeleçam para o Baixo Guadiana uma medida de
protecção integral e internacional como os parques
transfronteiriços que já estão em funcionamento noutros países
europeus.
O município de Ayamonte é outro exemplo de implicação das
coorporações do Baixo Guadiana na especulação urbanística. Costa
Esury já se está a erguer nas margens do Guadiana, ocupando Domínio
Marítimo Terrestre, apesar das denúncias de vários grupos
ecologistas. Fadesa, a empresa promotora, está a construir 6.300
residências, dois campos de golfe, três hotéis de luxo e zonas
comerciais. Ayamonte é o único município durante a Descida do
Guadiana que proibiu a organização ecologista de realizar
actividades educativas e informativas.
"Os governos de Portugal e Espanha estão a apostar na destruição
das zonas ribeirinhas, ignorando as operações urbanísticas
programadas para o Baixo Guadiana. A voracidade especulativa em
Espanha está a chegar a um ponto que, se não for travada, irá
destruir todo o património natural. Portugal parece querer agora
imitar o modelo espanhol. A única forma de salvar o Baixo Guadiana
é que os governos de Portugal e Espanha assumam a sua
responsabilidade e criem o Parque Internacional do Baixo Guadiana",
declarou Julio Barea, responsável pela campanha da Água da
Greenpeace.
Apesar da maior parte da orla portuguesa estar protegida, a
pressão que exercem as gruas na orla em frente é tão forte que
vários municípios lusos querem seguir o exemplo da margem
espanhola. Projectos como Almada de Ouro Golf & Country Club e
Quinta do Vale, em Castro Marim, incluem vários campos de golfe,
hotéis, milhares de vivendas e portos desportivos. Se estes
projectos forem concretizados, triplicarão a população do
município. Outro dos projectos especulativos é o Ponta da Areia em
Vila Real de Santo António. Também este com campos de golfe,
milhares de vivendas e um porto desportivo.
Na zona ribeirinha portuguesa existem rios sem infra-estruturas
e sem descargas, onde se conserva o bom estado da fauna autóctone e
da vegetação ribeirinha. São os rios Vascão e Foupana. A Greenpeace
pede a Portugal que os declare rios virgens abrangidos por medidas
de conservação especiais e que contemplem os recursos na sua
totalidade.
Para além disto, a construção de Alqueva e o encerramento das
comportas em 2002, alterou o ritmo de vida natural de espécies de
peixes marinhos migradoras, como a enguia, que deixam de poder
subir o rio. A isto, soma-se a introdução de espécies forasteiras
como o siluro, a perca ou a gambusia, que se constituem numa grave
ameaça para as espécies que vivem no rio por serem capazes de
destruir as populações autóctones.
Alqueva também supõe uma maior retenção de sedimentos (dos quais
o conjunto total de barragens detém 96%). Estes materiais
arrastados pelas águas são vitais para o desenvolvimento dos peixes
do estuário, dado que transportam nutrientes necessários para o seu
ciclo de vida. Alqueva é já uma ameaça para a sobrevivência da
pesca tradicional da zona e irá conduzir a uma grave regressão das
praias de Ayamonte, Isla Cristina e Lepe, o que resultará num
impacto negativo para o turismo local.
Outros problemas que afectam o Guadiana, neste último troço
antes de chegar à foz, são as descargas residuais urbanas e
industriais. Apesar da Directiva de Tratamento de Águas Residuais
ter entrado em vigor no final de 2005, municípios como Vila Real de
Santo António, Ayamonte, Castro Marim, Alcoutim, Odeleite, Azinhal,
Fournazinhas e Monte Francisco não a cumprem. A estas descargas
somam-se as procedentes de minas abandonadas nos afluentes do
Guadiana, como o Chança, e pesticidas procedentes da agricultura
que produzem, de forma periódica, uma importante mortalidade nos
peixes.