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Greenpeace aplaude el reto climático planteado a Obama por Merkel, Sarkozy y Rasmussen

Los tres líderes han resaltado la importancia de alcanzar compromisos concretos de reducción de emisiones y financiación, así como de definir reglas vinculantes en Copenhague

Comunicado de prensa - noviembre 20, 2009
Greenpeace ha recibido con satisfacción declaraciones que realizaron la Canciller alemana, Angela Merkel; el presidente francés, Nicolás Sarkozy, y el primer ministro danés, Lokke Rasmussen, al término de la reunión que celebraron ayer en Bruselas, en la que resaltaron la necesidad de que los líderes mundiales acuerden “reglas vinculantes” y “compromisos vinculantes” en Copenhague, este mes de diciembre.

Más de veinte activistas de Greenpeace están desplegando una pancarta de 600 metros cuadrados en la Sagrada Familia (Barcelona) con el mensaje “World leaders make the climate call” (Líderes mundiales tomad la decisión para salvar el clima), con motivo del comienzo de la cumbre de Naciones Unidas sobre el clima.

En esta línea, los tres líderes apostaron por que Copenhague sea un éxito y se mostraron totalmente en contra de "compromisos negativos", es decir, cualquier acuerdo que no recogiera compromisos de reducción de emisiones legalmente vinculantes y alineados con las recomendaciones científicas, según la interpretación de Greenpeace.

"Merkel y Sarkozy han mostrado al mundo que Estados Unidos tiene la llave del éxito en Copenhague. Si Obama quiere seguir siendo el candidato del cambio debe pasar de las promesas a los hechos para hacer historia en Copenhague y firmar el acuerdo legalmente vinculante capaz de frenar el cambio climático", ha declarado Aida Vila, responsable de la campaña de cambio climático de Greenpeace.

Sin embargo, la Organización recuerda que la UE también puede, y debe, contribuir a que el acuerdo de Copenhague sea algo más que una declaración política. Los Gobiernos de la UE se han comprometido, hasta ahora, a un 20% de reducción de sus emisiones para 2020, con la posibilidad de asumir hasta el 30% en caso de que en Copenhague se alcance un acuerdo internacional. No obstante, según han puesto de manifiesto varios estudios de instituciones internacionales, el 20% de reducción de emisiones no supone prácticamente ningún esfuerzo, ya que puede conseguirse casi automáticamente gracias a algunas lagunas legales del sistema como los mecanismos de compensación de emisiones y a las reducciones de emisiones que van a derivarse de la crisis económica.

De acuerdo con las recomendaciones científicas (que señalan que los países industrializados deben reducir sus emisiones, por lo menos, en un 40% para 2020 para mantener el calentamiento global por debajo de niveles peligrosos) Greenpeace demanda un aumento del grado de ambición de la UE en la reunión de los ministros de Medio Ambiente europeos que celebrará el próximo lunes 23 en Bruselas, con la presencia de Yvo de Boer, director del Secretariado de Naciones Unidas para el Cambio Climático y en la que debe cerrarse el paquete de compromisos que la UE va a llevar a Copenhague.

"La UE  tiene el lunes la oportunidad de demostrar que sus declaraciones de ayer a favor de un acuerdo ambicioso y legalmente vinculante en Copenhague no son sólo palabras. Mediante un aumento de sus compromisos de reducción de emisiones en la línea de lo que recomiendan los expertos mundiales en cambio climático, la UE no sólo dinamizaría las negociaciones sino que demostraría su responsabilidad y compromiso con los territorios y seres humanos más vulnerables a esta crisis", ha concluido Vila.