Este sitio usa cookies. Si continúas navegando estás aceptando su utilización. Más información

Greenpeace denuncia la entrada en España de aceite de palma procedente de la deforestación en Indonesia

Pese a albergar grandes extensiones de selvas tropicales Indonesia es el tercer país emisor de gases de efecto invernadero debido a la destrucción de sus bosques

Comunicado de prensa - octubre 31, 2009
Greenpeace denuncia que el buque Meriom Rose, cargado con 24.000 toneladas de aceite de palma y fondeado desde ayer en la Bahía de Algeciras (Cádiz), descargará en los próximos días en la terminal de CEPSA en San Roque (1) aceite de palma procedente de empresas responsables de la destrucción de los bosques de Indonesia. El destino de este aceite de palma es la fabricación del mal llamado “biodiésel” o “biocombustible” (2).

Área de bosque recién quemada. Kalimantan, Indonesia.

"Además del efecto negativo para el clima que tiene la quema de petróleo, la demanda de aceite de palma para la fabricación de biocombustibles está agravando los problemas de deforestación en los países tropicales, donde las plantaciones de palma aceitera están sustituyendo a los bosques naturales" ha declarado Miguel Ángel Soto, responsable de la campaña de Bosques y Clima de Greenpeace. "Para no engañar a sus clientes, CEPSA no debería poner a su diésel el prefijo "bio".

Según las informaciones de Greenpeace, una parte del cargamento de aceite de palma procede de la empresa PT Ivo Mas Tungal, empresa subsidiaria de gigante industrial Sinar Mas. Esta empresa en la mayor productora de aceite de palma de Indonesia con el 10% de la producción total de este país. Sus agresivos planes de expansión del cultivo de palma de aceite están vinculados a la deforestación, incluidas regiones ricas en turberas y hábitats críticos para especies amenazadas como el orangután.

A través de imágenes de satélite y observaciones de campo, Greenpeace ha identificado cientos de incendios provocados por la empresa Sinar Mas a lo largo de los últimos cuatro años. Estos incendios y la gran cantidad de toneladas de carbón que se liberan durante la quema de las turberas hacen de Sinar Mas una empresa con una enorme y devastadora "huella climática".

La expansión de las plantaciones de palma aceitera, eucaliptos y acacia, estos dos últimos para la fabricación de pasta de papel, están liderando la destrucción de los bosques de Indonesia. Esto está produciendo un impacto brutal en la biodiversidad regional en la forma de vida de las comunidades locales y el clima global. El dato más significativo es que la destrucción de los bosques y las turberas tropicales de Indonesia suponen el 4% de las emisiones de gases invernadero procedentes de la actividad humana, lo que hace a Indonesia el tercer país más contaminante después de China y Estados Unidos.

El Consejo Nacional para el Cambio Climático, un organismo dependiente del mismo Gobierno de Indonesia, ha publicado recientemente un informe en el que señala  al drenaje de las turberas y la deforestación como las principales causas de las emisiones de gases de efecto invernadero de este país. Las industrias papelera y de palma de aceite, la agricultura y la tala industrial han sido identificadas como las actividades responsables de la mayor parte de estas emisiones. El informe pronostica que si no se toman medidas drásticas y urgentes estas emisiones continuarán aumentado de manera alarmante.  

El próximo mes de diciembre el mundo tiene una oportunidad de frenar el cambio climático. Greenpeace está demandando a los líderes políticos que acudan a la Cumbre de Copenhague para poner freno a la destrucción de los bosques como parte del acuerdo internacional que aborde la reducción de gases de efecto invernadero.  

Dentro de este acuerdo, Greenpeace pide que el mecanismo que se adopte para la reducción de la deforestación y la degradación de los bosques no se vincule a los mercados de carbono, sino que se financie a través de fondos públicos. Asimismo, la organización ecologista solicita a los países industrializados que reduzcan sus emisiones -como grupo- en al menos un 40% para el año 2020 con respecto a sus niveles de 1990.

"El presidente de Indonesia ha prometido reducir la emisión masiva de CO2 a la atmósfera en caso de que los países ricos financien las medidas destinadas a la protección de sus bosques" ha declarado Soto. "Sería deseable, además, que se estableciera ya una moratoria a la destrucción de bosques y turberas en su país".

La posición de Greenpeace sobre los biocombustibles se puede consultar en: http://www.greenpeace.org/espana/reports/posici-n-de-greenpeace-sobre-b

Notas:

(1) Las empresas CEPSA y Abengoa son propietarias de una planta de producción de agrocombustibles en la refinería de San Roque (Algeciras). Dicha planta ha recibido subvenciones de la Agencia Andaluza de Energía.

(2) Según dos trabajos recientes publicado en la prestigiosa revista Science, firmados por 20 científicos y economistas de las varias universidades de EE.UU., el impacto de los biocarburantes en el cambio climático está mal evaluado y cualquier proyecto global de estímulo a los biocarburantes tendrá el efecto de aumentar las emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero. Más información en:

 http://www.sciencedaily.com/releases/2009/10/091022141117.htm