La organización ecologista ha colocado 100 esculturas de hielo en el Templo de la Tierra de Pekín para simbolizan la amenaza del cambio climático.
La UE no ha conseguido alinear sus compromisos de reducción de
emisiones con las recomendaciones científicas. Según la
organización, este hecho no sólo no va a conseguir desbloquear las
negociaciones climáticas internacionales sino que es totalmente
insuficiente para evitar un cambio climático peligroso.
La organización ecologista recuerda que la cumbre de Jefes de
Estado y de Gobierno de la próxima semana en Bruselas es la última
oportunidad para que la UE dé el impulso necesario a las
negociaciones climáticas internacionales para que la cumbre de
Copenhague no sea un fracaso. En este sentido, emplaza a los
líderes políticos europeos a asumir su responsabilidad en la crisis
climática y a poner las herramientas políticas y económicas
necesarias para detenerla.
"El gobierno de España no está aportando ninguna idea para
salvar el clima pero sigue trabajando activamente a favor del
principal causante del cambio climático, la quema de carbón" ha
declarado Aida Vila, responsable de la campaña de Cambio climático
y Energía de Greenpeace. "Si el presidente del Gobierno quiere
formar parte del grupo de líderes climáticos europeos, debería
presentarse en la Cumbre de Jefes de Estado con una política
interna decente y un poco de "talante ambiental".
En este sentido, Greenpeace destaca el contraste entre los
países que están revelándose como líderes climáticos mundiales
(Noruega o Japón, por ejemplo) (1) o el mismo Parlamento Europeo
(2), y la hipocresía de países como España. Pese a basar su
discurso ante la próxima presidencia de la UE en la sostenibilidad,
España no forma parte del grupo de líderes climáticos europeos y,
además, sigue promoviendo una política interna totalmente
incompatible con los objetivos climáticos internacionales, ya que
tiene como ejes:
- Unos presupuestos generales del Estado que siguen contemplando
grandes ayudas al carbón, a pesar de las recomendaciones del G20 en
sentido contrario.
- La propuesta de un nuevo sistema jurídico que permita primar
más aún la quema de carbón.
- La obstaculización de las energías renovables mediante cupos
que limitan la cantidad que puede acogerse al sistema de
primas.
- Una permanente remisión al contexto económico de crisis para
negar las aportaciones financieras necesarias con las que hacer
frente al cambio climático a nivel internacional.
- La total ausencia de ambición en cuanto a compromisos de
reducción de emisiones y el papel tibio -o casi ausente- en las
negociaciones climáticas europeas.
Una de las notas positivas de la reunión mantenida hoy ha sido
la propuesta de objetivos de reducción de las emisiones de sectores
como el transporte naval o la aviación para 2020 (concretamente,
del 20% y 10% respectivamente tomando como base los niveles de
2005). La organización considera positiva esta propuesta, pese a
que sigue siendo criticable el trato especial que se está dando a
estos sectores en detrimento de otros.
Por último, Greenpeace valora positivamente la preocupación de
los ministros en relación con la inclusión en los mercados de
carbono de los créditos de compensación derivados de los bosques y
el compromiso de aportación de fondos públicos para conservar la
biodiversidad y detener la deforestación, pese a que, en ambos
casos, los detalles de las medidas que deberán adoptarse al
respecto sigan sin estar claros.
Nota:
(1) Noruega se ha comprometido a una reducción unilateral del
40% de sus emisiones y Japón a una reducción del 25%, tomando como
base los niveles de 1990. Fundamentándose en los indicadores de la
Comisión Europea respecto a los niveles de emisiones nacionales,
los niveles de eficiencia, su capacidad (PIB per cápita) y
desarrollo, el compromiso de Japón es comparable a una reducción
del 30% de las emisiones de la UE.
(2) El comité de medio ambiente del Parlamento Europeo aprobó el
pasado lunes una resolución en reconocimiento de la necesidad de
que la UE reduzca un 40% sus emisiones para 2020.