Greenpeace denuncia la gravísima situación que atraviesan los recursos pesqueros y llama la atención sobre la protección de los ecosistemas marinos profundos.
Desde 2006, la comunidad científica ha dado señales de alarma
sobre el estado de los stocks de atún rojo, advirtiendo de que las
cuotas no deberían superar las 15.000 toneladas y se deberían
proteger las áreas de puesta y alevinaje. Sin embargo, esas áreas
de puesta están siendo esquilmadas. La captura estimada en 2007 fue
de 61.000 toneladas, el doble de lo establecido y cuatro veces lo
recomendado por los científicos. El supuesto "plan para la
recuperación" de 2008 de atún rojo sigue permitiendo capturas un
47% por encima de su límite sostenible (1).
"Greenpeace celebra la decisión de Alemania, Francia, Mónaco y
Reino Unido de prohibir el comercio de atún rojo bajo la Convención
CITES" ha declarado Celia Ojeda, responsable de la campaña de
Océanos de Greenpeace. "La situación de esta especie es tan
alarmante que es necesaria la prohibición de su comercio
internacional para prevenir un colapso de las pesquería tal y como
se hizo con el bacalao de Newfoundland".
Según la organización ecologista, la Comisión Internacional para
la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT, en sus siglas en inglés)
nunca ha escuchado a la comunidad científica y no ha establecido
las cuotas recomendadas por estos, por lo que ahora los gobiernos
deben usar otras herramientas para proteger esta especie antes de
que sea demasiado tarde (2). "El principal responsable del estado
actual de los stocks de esta especie es ICCAT que ha fallado en su
gestión. Ahora es el momento de proteger esta especie bajo un
convenio internacional como es CITES" continua Ojeda.
El año pasado un panel de expertos (3) lanzó un informe donde
revisaba la gestión realizada por el ICCAT y recomendó "la
suspensión de la pesquería de atún rojo del Atlántico este y del
Mediterráneo", añadiendo que la "gestión de la pesquería de esta
especie en el Mediterráneo está clasificada como una desgracia
internacional" .
Greenpeace considera que, además de la prohibición de comercio
internacional, la población existente de atún rojo debe tener la
oportunidad de recuperarse a través de la declaración de Reservas
Marinas que protejan sus áreas de desove. Por ello la organización
propone la creación del Santuario Balear para atún rojo (4) y
considera que el gobierno español tiene a su disposición la
herramienta para proteger estas zonas a través de la Regulación
Mediterránea (5) y el deber de prohibir el comercio de esta especie
a través de su inclusión en CITES.
La organización ecologista pide la declaración de una red global
de reservas marinas que abarque el 40% de los océanos como esencial
para protegerlos de los impactos del cambio climático, recuperar la
salud de los stocks pesqueros y proteger la vida marina de la
destrucción y el colapso.
Notas:
(1) Postura de Greenpeace enviada al ICCAT en 2008:
http://www.greenpeace.org/international/press/reports/ICCAT-16
(2) La reunión de CITES tendrá lugar en Doha, Qatar, del 13 al
25 de Marzo de 2010.
(3) Un panel de expertos constituido por Glenn Hurry, Director
Ejecutivo de la Oficina Australiana para la Gestión Pesquera (AFMA,
en sus siglas en inglés) y el actual presidente de la WCPFC,
Moritaka Hayashi, Doctor en Leyes Internacionales dela Universidad
de Waseda en Japón, y Jean-Jacques Maguire, un conocido y respetado
científico para las pesquerías internacionales de Canadá. Informe
disponible en:
http://www.iccat.int/Documents/Meetings/Docs/Comm/PLE-106-ENG.pdf
(4) http://www.greenpeace.org/espana/news/090717-01
(5) La Regulación Mediterránea (EC 1967/2006), adoptada en 2006,
requiere que los estados miembros designen zonas de protección para
la pesca "donde se protejan las área de cría, las áreas de desove y
los ecosistemas marinos de los efectos dañinos de las pesquerías
que requieren medidas especiales".