Acción de Greenpeace con sesenta activistas en la central nuclear de Garoña.
Dado que la central nuclear de Garoña está amortizada desde hace
años, y que su exigua aportación al sistema eléctrico español está
ya compensada por la generación eléctrica mediante energías
renovables, el cierre inmediato de esta central nuclear será a
coste cero.
Según la organización ecologista, esa afirmación sobre el
posible aumento del precio de la electricidad no tiene ningún
fundamento por diversas razones:
1) La central nuclear de Garoña está plenamente amortizada desde
hace años. El propietario no puede reclamar ningún tipo de
amortización pendiente.
2) Las inversiones de mantenimiento realizadas por el
propietario explotador (Nuclenor) en los últimos años en Garoña por
orden del organismo regulador (Consejo de Seguridad Nuclear, CSN)
para mantener los niveles de seguridad que le exige, son un
requisito obligatorio para mantenerla operativa hasta la fecha de
expiración del permiso de explotación y, por lo tanto, no son
inversiones que se puedan o deban compensar.
3) Que las inversiones en la planta que haya efectuado Nuclenor
de forma voluntaria las ha realizado con pleno conocimiento de la
potestad soberana del Gobierno de no renovar la licencia. Han sido
un riesgo tomado por parte de Nuclenor y resultaría absurdo
plantear al Gobierno compensación al respecto.
En este apartado se incluyen las inversiones realizadas para la
última recarga de combustible de uranio, que ya fue denunciada por
Greenpeace como parte de una estrategia de chantaje económico al
Gobierno.
4) La central nuclear de Garoña está ya sustituida por las
energías renovables, por lo que el cierre inmediato de Garoña no
implicará ningún quebranto al sistema eléctrico español, en
especial desde el punto de vista económico.
La contribución energética de la central nuclear de Garoña es
escasa (el 1,28% del total, en 2007) y está sobradamente compensada
por la aportación de las energías renovables. En comparación, las
energías renovables aportaron en 2007 un 23% del total de la
electricidad generada (un 3% más que todas las centrales nucleares
juntas). Simplemente el incremento de la producción de electricidad
renovable en 2007 con respecto al 2006 supuso casi el doble de la
aportación de la central nuclear de Garoña en 2007.
Greenpeace recuerda que España (cuyo balance de intercambios
internacionales de electricidad es netamente exportador) exportó en
2008 una cantidad de electricidad equivalente a la producida por
tres centrales nucleares como la de Garoña.
El Gobierno es plenamente soberano para decidir el cierre de la
central de Garoña por motivos políticos, al ser responsable de la
decisión de no renovar, o renovar, el permiso de funcionamiento de
la central nuclear.
Por otro lado, actualmente permanecen paradas cuatro de las ocho
centrales nucleares del parque de generación: Almaraz-2 (en
Cáceres) y las tres que hay en Cataluña, (Vandellòs-2, Ascó-1 y
Ascó-2), sin que se produzcan efectos en la red eléctrica ni en los
mecanismos de formación de precios de la electricidad.