Comunicado de prensa - mayo 27, 2009
Islandia ha reanudado este mes la caza comercial de ballenas pese a la gran oposición internacional. El pasado 26 de mayo el ballenero islandés Jóhanna dejó el puerto de Njardvík para comenzar la temporada de caza de 100 rorcuales aliblancos (Balaenoptera acutorostrata). Greenpeace pide al primer ministro de Islandia, Jóhanna Sigurðardóttir, que cese esta actividad.
Ballenas nadando cerca del barco Esperanza de Greenpeace en la Antártida.
El anuncio de reabrir la caza de ballenas por parte de Islandia
ha provocado una clara oposición internacional. Los grupos
ecologistas, la industria del turismo de Islandia, las principales
firmas que compran productos islandeses y de países como Estados
Unidos, Alemania, Gran Bretaña, Francia, Finlandia y Suecia (1),
han criticado la decisión del nuevo Gobierno de Islandia.
"El Gobierno de Islandia comete un grave error al reabrir la
caza comercial de ballenas", ha declarado Celia Ojeda responsable
de la campaña de Océanos de Greenpeace. "El primer ministro y el
ministro de Pesca están malgastando una posibilidad para salvar la
reputación ambiental e internacional de Islandia, así como su
credibilidad ambiental para formar parte de la Unión Europea".
La reapertura de la caza de ballenas choca con el trabajo que
realiza en la actualidad el Gobierno de Islandia para unirse a la
Unión Europea (UE), puesto que esta es una actividad incompatible
si se quiere ser miembro de la UE. Por ello, probablemente la UE
solicite a Islandia que abandone esta práctica recientemente
reanudada. Según las encuestas realizadas (2), la población
islandesa desea que se comiencen dichas negociaciones.
La caza de estos mamíferos en peligro de extinción no es una
respuesta a la actual situación de crisis económica de Islandia.
Por el contrario, el turismo sostenible de avistamiento de cetáceos
generaría y aseguraría mayores ingresos en la economía islandesa
que la caza de ballenas (3).
Notas:
(1) http://uk.reuters.com/article/environmentNews/idUKTRE51H5MF20090218
(2) http://ruv.is/heim/frettir/frett/store64/item263923/
(3) El año pasado unas 115,000 personas viajaron a Irlanda para
hacer avistamientos de ballenas. El 20% de los turistas declararon
que una de las razones para viajar a Islandia era realizar
avistamientos de ballenas, lo que supuso un ingreso de millones de
euros.
Unas 115,000 personas han firmado una declaración por la que se
comprometen a visitar Islandia si este país cesa la caza de
ballenas. Fuente: Turismo de Islandia.