Comunicado de prensa - marzo 2, 2009
Las ministros de medio ambiente de la Unión Europea (UE), reunidos ayer en Bruselas para discutir sobre el apoyo financiero a los países en desarrollo en su lucha contra el cambio climático, han evitado de nuevo cualquier referencia a compromisos concretos. Las contribuciones que los países ricos deben destinar al apoyo a los países en desarrollo van a discutirse en el Consejo Europeo de ministros de economía que se celebrará el próximo 10 de marzo y, posteriormente, en la cumbre de líderes europeos de este mismo mes.
Madrid, 11 de diciembre de 2008. Casi 500 personas han celebrado hoy el Día de Acción Global frente al cambio climático dando un abrazo simbólico al Ministerio de Medio Ambiente. El lema 'Frente al cambio climático, ¡gobiernos actuad ya!' ha sido la reinvindicación de las 40 organizaciones que habían convocado esta cadena humana en torno al edificio del antiguo Ministerio de Agricultura.
La UE reconoce que los países más pobres del mundo van a
necesitar capital para producir energía limpia, mejorar en
términos de eficiencia energética, proteger los bosques y adaptarse
a los impactos del cambio climático que ya son inevitables,
causados principalmente por las emisiones de gases de efecto
invernadero de los países industrializados.
"Los ministros de medio ambiente han esquivado la cuestión
financiera y han pasado la patata caliente a los ministros de
economía. Mientras miles de millones de euros de los contribuyentes
están siendo utilizados para salvar los bancos y apoyar a los
fabricantes de coches, no se está comprometiendo ni un sólo céntimo
para apoyar a los países en desarrollo en su lucha contra un
problema que los europeos tanto hemos contribuido a crear" ha
declarado Aida Vila, responsable de la campaña de Cambio climático
y Energía de Greenpeace.
Los ministros cifraron los costes totales para abordar la lucha
frente al cambio climático en 175.000 millones de euros para 2020.
Según Greenpeace, es una cifra vacía de contenido dado que se trata
de un esfuerzo económico agregado, es decir, referido a todas las
naciones, y que no sólo comprende fondos públicos sino que incluye,
también, inversiones privadas.
La reunión de ayer también dejó pendiente el acuerdo respecto al
nuevo mecanismo financiero internacional que, bajo el manto del
acuerdo por el clima que se alcance en Copenhague, sea capaz de
proveer los fondos necesarios para la lucha contra el cambio
climático en los países en desarrollo. Greenpeace hace un
llamamiento a los líderes de la UE para que respalden un mecanismo
financiero basado en la obligación de los estados de pagar por una
parte de sus emisiones.
"La UE debe contribuir en su justa medida para apoyar a los
países más pobres. Quedan menos de 300 días para las negociaciones
climáticas globales de Copenhague, el tiempo corre y todavía no
tenemos mucho más que palabras encima de la mesa" recuerda
Vila.
Greenpeace espera que los ministros de economía de la UE y los
líderes europeos, que van a reunirse los días 19 y 20 de marzo,
presenten cifras concretas de fondos públicos para los países en
desarrollo. En concreto, Greenpeace pide a los países
industrializados un compromiso anual para 2020 de, por lo menos,
40.000 millones de euros para inversiones en energías limpias,
30.000 millones de euros para protección de los bosques y 40.000
millones de euros para ayudar a los países en desarrollo a
enfrentarse a los efectos del cambio climático que ya son
inevitables.
En el plano europeo, Greenpeace considera que la contribución
justa debería alcanzar, aproximadamente, un tercio de las cifras
anteriores (alrededor de 35.000 millones de euros).