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Incendios forestales y sequías

Página - noviembre 4, 2010
El cambio climático está aumentando la presión sobre el agua al modificar los patrones de lluvias, los flujos de los ríos, los niveles de los lagos, y el agua del suelo. Globalmente los pantanos y las cuencas de los ríos, donde vive la mayoría de la población humana, se están deteriorando, apareciendo sequías nuevas o más intensas, en particular en los países más pobres, viéndose afectado su desarrollo sostenible.

La tendencia del cambio climático es hacia periodos de sequía más extensos. Antes de 1970, un 15% de la superficie terrestre sufría sequía en algún momento. Actualmente, la proporción ha aumentado, es de alrededor del 30% y promete empeorar si no se toman medidas drásticas.

En España:
España es el país más árido de Europa. Según la ONU, un tercio de su superficie sufre una tasa muy elevada de desertificación y un 6% ya se ha degradado de forma irreversible. Las zonas más afectadas por este fenómeno son la vertiente mediterránea y las Islas Canarias.

La temperatura media de España ha subido 1,5ºC, más de tres veces la subida mundial. El país ha entrado en una clara africanización del clima peninsular. El cambio climático produce, entre otros efectos, el agravamiento de los periodos de sequía con una previsible disminución del 20% de las precipitaciones para 2100 y el aumento de la frecuencia de los incendios naturales y de su intensidad.

La intensidad y recurrencia de los incendios forestales están teniendo efectos dramáticos sobre nuestro suelo, con efectos irreversibles en algunos casos.

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