Agosto no suele ser un mes demasiado prolijo en buenas noticias para el medio ambiente, pero este año no ha sido así. Repsol acaba de anunciar que renuncia a la pretensión de buscar hidrocarburos frente a la Costa del Sol en Málaga.
Terminan así más de 10 años de procesos burocráticos que tenían en vilo a la población de la Costa del Sol y de toda Andalucía. Procesos y autorizaciones gubernamentales que han sido denunciados por Greenpeace, como el caso de haber pasado por alto cuestiones tan graves como de ser la zona de España con mayor riesgo sísmico.
Recordemos que la multinacional Repsol pretendía realizar perforaciones a escasos 10 km de la costa malagueña frente a la localidad de Mijas. Por eso, el pasado 19 de octubre una flotilla de barcos entre los que se encontraba el Arctic Sunrise denunciaban en este mismo punto el peligro que suponen las prospecciones en el mar.
Las prospecciones causan daños directos en el desarrollo socioeconómico (turismo, pesca…) y ambiental de toda la región. Daños que, de llevarse a cabo, hubieran sido catastróficos. De ahí el rechazo social e institucional que se ha producido en la zona y que seguramente ha influido en la decisión de Repsol de abandonar el proyecto, al igual que también sucedió en Canarias.
Pero esta multinacional todavía tiene varios proyectos en nuestros país que ponen en riesgo el futuro de las zonas afectadas y del resto de la península. Tarragona, Euskadi o el Algarve (junto a las aguas de Ayamonte en Huelva)… son lugares que esperan una decisión empresarial similar, pues parece que el actual Gobierno no está por la labor de velar por el interés general y no permitirles las prospecciones.
¿Qué puedes hacer tú?
- Firma para seguir diciendo NO a las prospecciones.
- Conoce más sobre nuestra campaña contra las prospecciones.