Comencé en GP cuando tenía 18 años cumplidos, con trabajos sencillos y con las ganas de trabajar, no me importaba qué hacer pero yo quería ayudar en lo que fuera, las imágenes que había visto por televisión me habían motivado tanto que quería unirme y hacer eso, estar en los botes inflables, ayudar a detener la cacería de ballenas y en general contribuir a frenar el deterioro ambiental. Al principio me parecía algo difícil, porque no conocía que hubiera un Greenpeace en México, al poco tiempo me enteré que si había oficina ahí y decidí ingresar.
Poco tiempo después ya realizaba acciones y tenía entrenamientos. Ser tenaz, paciente y siempre positivo me han llevado a poder realizar desde los trabajos mas sencillos hasta estar a bordo de los barcos como tripulación y haber viajado alrededor del mundo haciendo aquello que me llamó tanto la atención y que hizo que mi vida cambiara radicalmente.
He participado en muchas acciones tanto en México como en el mundo, esto me llevó a conocer los barcos de Greenpeace cuando viajaron a México al ser parte de los voluntarios que ayudaban con las labores de tierra. Con la fortuna de que al poco tiempo de terminar la escuela me llamaron para ser parte de la tripulación del Arctic Sunrise.
Formo parte de la tripulación de cubierta y me encargo del mantenimiento del barco, ya sea de pintura o almacenaje, o cuestiones de atraco y desembarque. Los días a bordo tienen una rutina muy establecida y organizada. Empezamos a trabajar a las 8 y terminamos a las 5, con dos horas para comer. Pueden ser días un poco fuertes por el oleaje y cuando hay campaña hay que esforzarse en trabajar el doble para que todo salga bien. Lo que más me gusta de estar en Arctic Sunrise es que hay una convivencia muy estrecha con toda la tripulación. Los espacios son reducidos, por lo que se convive mucho, esto lo hace un barco mas amigable, mas familiar, la tripulación se convierte en tu familia y aquí compartimos todos los ideales de Greenpeace.
Y si bien estando a bordo de los barcos se ven lugares bellos y paradisíacos también se ven lugares que han sido presa de la depredación y la voracidad humana. Derrames petroleros, pesca depredadora e irresponsable, tala inmoderada son algunos de los problemas que he podido ver; pero también he sido testigo de comunidades que deciden buscar alternativas en conjunto y buscar un mejor futuro para las generaciones futuras; o de gente que cambia sus ideas y acciones al darse cuenta de que se le esta haciendo un daño al medio ambiente y que este puede ser irreparable.
No se si esto se pueda mejorar, pero se que si no hacemos algo se pondrá mucho peor, pero si no lo hace uno mismo, ¿quién lo va a hacer? la solución está en nosotros, seamos parte de la solución y no del problema.
La campaña que se está llevando a cabo ahora con el Arctic Sunrise es para denunciar la pesca destructiva que llevan acabo los barcos arrastreros, con este tipo de pesca desperdician muchos recursos y se deshacen de grandes cantidades de especies y se vuelven a tirar al mar ya sean vivos o muertos. Es importante preservar todo lo que tenemos dentro de los mares, que esto se mantenga para generaciones futuras, porque nosotros no podemos terminar con los recursos, ser tan destructivos y hacer un uso indiscriminado.
A bordo del Arctic Sunrise, Miguel Angel Argüelles, marinero de Greenpeace
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