Los impactos que una nueva refinería tendría en los ecosistemas costeros y humedales próximos a las zonas en las que han anunciado que se ubicarían (Parque Nacional de Doñana, Marismas del Odiel y el Tinto o la Bahía de Algeciras) son inaceptables e inasumibles. A ello se suma el daño irreparable que una instalación industrial como esta causaría en la salud de la ciudadanía de la zona, ya muy castigada por la industria pesada (Huelva y Algeciras), a la lucha contra el cambio climático y al daño que causaría al desarrollo de una economía verde.
El Día Mundial de los Humedales se celebra en todo el mundo, cada 2 de febrero, para conmemorar la firma de la Convención Ramsar de protección de los humedales y recordar la importancia vital de estos ecosistemas para toda la sociedad: aportan agua dulce, almacenan una rica biodiversidad, protegen de desastres naturales como inundaciones, ayudan a combatir el cambio climático... Sin embargo, durante el siglo XX, España perdió un 60% de sus humedales y, según los datos del Informe Planeta Vivo de WWF, las poblaciones de especies de agua dulce han caído un 76% en todo el planeta desde 1970. A día de hoy, los humedales son aún los ecosistemas más amenazados.
Uno de los humedales más importantes de Europa es el de Doñana, que se salvó de la desecación en los años 60. Sin embargo, en el año 2016 este espacio natural protegido, Humedal Ramsar de Importancia Internacional y Patrimonio de la Humanidad, sigue cercado por múltiples amenazas (dragado del Guadalquivir, reapertura de Aznalcóllar, almacenamiento subterráneo de gas o la mala gestión del agua). Ahora se vendría a sumar la refinería iraní. Otro de los humedales que se verían afectados en Huelva es la Reserva de la Biosfera de las marismas del Odiel y marismas del Tinto, asediadas por la contaminación industrial y los problemas de salud. Además, aún está por resolver la retirada de más de 120 millones de fosfoyesos tóxicos y radiactivos de las marismas.
En cuanto a la Bahía de Algeciras, la otra candidata en Andalucía para albergar la refinería, ya sufre un enorme problema de salud pública (1) y un estrés medioambiental causado por la industria pesada allí instalada. Los ecosistemas de la zona tienen un extraordinario valor ambiental, al ser punto de encuentro de dos mares y dos continentes con varios espacios naturales y humedales protegidos por legislación europea.
Tras los acuerdos tomados en la cumbre del clima de París, es más evidente que nunca que debemos abandonar cuanto antes los combustibles fósiles si queremos impedir un calentamiento de 1,5ºC para evitar los peores efectos del cambio climático. La construcción de una nueva refinería en Andalucía o España supone tomar el camino contrario para alcanzar, antes de 2050, un modelo energético 100% renovable que además impulsaría un desarrollo sostenible y la creación de millones de nuevos puestos de empleo para todo el país.
(1) Las refinerías emiten toneladas de sustancias químicas contaminantes como compuestos orgánicos volátiles, SO2, CO2, partículas, benceno, tolueno, propano, butano… La mayor parte de ellas son acumulativas y cancerígenas. En la comarca del Campo de Gibraltar y en Huelva la esperanza de vida de sus ciudadanos es de 20 años menos que en cualquier otra parte de España. En determinados tipos de cánceres se supera en un 50% la media nacional y andaluza, como por ejemplo cáncer de pecho, vejiga, garganta, leucemia. Otra patología muy frecuente son las alergias infantiles, dermatitis, problemas de tiroides y leucemia.