Comunicado de prensa - junio 30, 2015
Greenpeace reconoce como un paso en la buena dirección el anuncio realizado hoy por el primer ministro chino, Li Keqiang, de reducir la intensidad de las emisiones de CO2 de su país en un 60-65% para 2030 (frente a los niveles de 2005) como parte de su plan climático ante Naciones Unidas (INDC).
"China ha ido siempre sólo a la defensiva cuando se trataba de cambio climático, pero el anuncio de hoy es el primer paso para una papel más activo. Sin embargo, para el éxito en la cumbre del clima de París el próximo diciembre, todos los actores -incluida la Unión Europea y China- deben ser más ambiciosos en sus compromisos", ha declarado Tatiana Nuño, responsable de cambio climático de Greenpeace España. “España, junto con los demás Estados miembros de la Unión deberían tomar ejemplo del cambio de postura de China y asumir unos compromisos más ambiciosos de al menos el 55% de reducción de emisiones, un objetivo de eficiencia energética de al menos el 40% y un objetivo de energía renovable de al menos el 45% para 2030 ”.
Tras el anuncio de China, ahora los principales contaminantes del mundo China, Estados Unidos y la UE ya han presentado todos sus planes de clima antes de la conferencia mundial sobre el clima que tendrá lugar en la capital gala a finales de año.
"La promesa de hoy debe ser vista solo como el punto de partida para una actuación mucho más decidida. No refleja plenamente la transición energética significativa que ya se está llevando a cabo en China. Dada la dramática caída en el consumo de carbón, robusta captación de energías renovables, así como la necesidad urgente de abordar la contaminación del aire, creemos que el país puede ir mucho más allá de lo que ha propuesto hoy", ha añadido Nuño.
El objetivo actual de la intensidad de las emisiones chinas requiere una reducción de las emisiones de CO2 por unidad de PIB del 40-45% en 2020, en base a los niveles de 2005. Dando por hecho que China alcanzaráa una reducción del 45% en 2020, conseguir un total del 65% o 60% para 2030, se debería traducir en un 4,4% y un 3,1% en la disminución de la intensidad anual de CO2 entre 2020 y 2030. El logro de la reducción de la intensidad de CO2 del 45% para el año 2020, supondría la reducción de 3,9 % de la intensidad de emisiones anual de CO2