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Una osa gigante de Greenpeace defiende los derecho humanos en la Cumbre del Clima

Comunicado de prensa - diciembre 9, 2015
Una gigante osa polar de Greenpeace se ha unido hoy en París a grupos ecologistas y pueblos indígenas para reclamar a los gobiernos que los derechos indígenas formen parte del acuerdo climático de la COP21 y exigir un sistema energético 100% renovable para todos.

París CP21"A menos de tres días para que termine la COP21, las negociaciones no deben estancarse. Los ministros tienen que aumentar su ambición para un objetivo a largo plazo, que asegure que las emisiones de CO2 se reducen a cero para el año 2050 y que garantice el apoyo financiero para los más vulnerables", ha declarado Kumi Naidoo, director ejecutivo de Greenpeace.

La osa se ha posicionado junto a los activistas de la sociedad civil y representantes de los pueblos indígenas del norte y del sur del planeta que exigen una acción urgente para salvar el clima y para que los derechos de los pueblos indígenas se incluyan específicamente en el texto del acuerdo. Los Pueblos Indígenas que han tenido representación en el evento proceden de sitios tan diversos como el Amazonas, Rusia o Alaska.

"Hoy estamos unidos. La inclusión de los derechos indígenas en el texto es de vital importancia“, ha declarad Faith Gemmill, directora ejecutiva de la red de Nativos de Alaska-REDOIL ”Los pueblos indígenas de todo el mundo se enfrentan de manera desproporcionada al aumento del nivel del mar, el deshielo del Ártico y a las amenazas por la extracción de recursos naturales. Es hora de que nuestros líderes mundiales reconozcan estos hechos e incluyan los derechos de los pueblos indígenas en el texto de la COP21 de una vez por todas".

París CP21

Kumi Naidoo, Director Ejecutivo de Greenpeace Internacional ha añadido: "Debemos unirnos para defender a los pueblos indígenas de sufrir los impactos más brutales del cambio climático en el mundo.
Por ello debemos asegurarnos de que los derechos de los pueblos indígenas queden garantizados y ese es el motivo por el que Greenpeace apoya su inclusión específica en el acuerdo. Cuando esta osa polar ruge lo hace en nombre de miles de millones de personas y lo hace aún más alto por los que ya viven en primera línea el cambio climático"

En la misma línea hoy Amnistía Internacional y Greenpeace han lanzado un mensaje conjunto en el que han recordado que el cambio climático es un problema de derechos humanos. Ya muchas personas están viendo en su día a día cómo el cambio climático pone en peligro su derecho a la vida, al agua potable, a la alimentación, a la salud o a una vivienda.

Está en nuestras manos hacer que esta situación no empeore con un acuerdo de París que estipule el fin de la era de los combustibles fósiles antes de 2050 gracias a una transición justa a un sistema energético 100% renovable, así como protegiendo y restaurando los grandes bosques y otros ecosistemas clave.

Si el acuerdo de París no garantiza que la temperatura media del planeta no suba más allá de 1.5ºC, el resultado será la destrucción de numerosos ecosistemas y con ellos de los derechos de millones de personas. Antes de 2080, 600 millones de personas más podrían sufrir hambre respecto a hoy si no frenamos el cambio climático. No quedarán garantizados los derechos humanos si los gobiernos no abandonan los combustibles fósiles.


Greenpeace es una organización independiente que no acepta dinero de gobiernos ni empresas para poder denunciar a todas aquellas personas o instituciones que amenazan al planeta. Solo el apoyo desinteresado de nuestros socios y socias hace posible nuestro trabajo.

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