Comunicado de prensa - mayo 29, 2014
- La prohibición del vertido de residuos radiactivos en la fosa atlántica, el cierre de la central nuclear de Zorita o que España sea uno de los líderes mundiales en renovables destacan entre los logros de la organización.
- Los retos más inmediatos incluyen evitar las prospecciones petrolíferas en aguas españolas y el Ártico, la aprobación de la Ley Antiprotesta o la reapertura de Garoña, además de completar la “revolución energética renovable”.
Greenpeace España nació oficialmente en 1984 con una pequeña oficina en Madrid, asumiendo la lucha pacífica por el medio ambiente iniciada por un pequeño grupo de canadienses en 1971. En la actualidad cuenta en nuestro país con cerca de 100.000 socios, 200.000 ciberactivistas y 400 voluntarios, todos ellos clave para una organización que no acepta dinero de instituciones ni públicas ni privadas para garantizar su independencia.
Convertida en la organización ecologista de referencia, las victorias de Greenpeace a nivel internacional y estatal son numerosas. Entre ellas se puede destacar la prohibición permanente del vertido de residuos radiactivos y tóxicos en alta mar (1993), el acuerdo del cierre de la central nuclear de Zorita (2002, efectivo en 2006), el compromiso de gigantes de la moda para la eliminación de sustancias tóxicas en la fabricación de sus prendas, como Zara o Levis (2012) o que España sea desde 2013 uno de los tres países (junto con Alemania y Dinamarca) con mayor nivel de aprovechamiento de renovables en todo el mundo.
“Llevamos 30 años defendiendo el medio ambiente, investigando, denunciando a quienes lo destruyen y a quienes lo permiten, protestando de forma pacífica, planteando soluciones. Y seguiremos haciéndolo el tiempo que haga falta. Somos muchas personas luchando por una causa común. No habrá justicia social sin justicia ambiental y viceversa” , ha declarado Mario Rodríguez, Director de Greenpeace España.
Para continuar alcanzando logros como estos, Greenpeace España sigue trabajando sin descanso con el apoyo de la ciudadanía, fundamental para lograr los cambios ambientales. Por ejemplo cinco millones de personas (200.000 en España) ya apoyan la creación de un santuario en el Ártico para frenar el cambio climático y evitar que prospecciones petrolíferas como las de la rusa Gazprom destrocen el entorno. En pocos días cerca de 50.000 personas ya han firmado contra las prospecciones en Baleares, Canarias, golfo de Valencia y mar de Alborán.
En España, los retos más urgentes se centran en la paralización de las perforaciones petrolíferas en nuestras aguas, impedir la reapertura de Garoña y completar la revolución energética para alcanzar un sistema 100% renovable. La organización también lucha por evitar la aprobación de la Ley Mordaza, porque la protesta también es democracia.