Comunicado de prensa - noviembre 13, 2013
Ante la lectura pública de la sentencia del juicio del Prestige que se celebrará esta mañana en A Coruña, Greenpeace considera que la sentencia del juicio del Prestige no incluirá ni a los verdaderos responsables políticos, ni a las empresas implicadas, y, por lo tanto, es una sentencia para cubrir el expediente que no evitará que otro Prestige sea posible.
Sentencia juicio Prestige, 11 años después de la catástrofe
La marea negra que afectó a casi 2.000 km de la costa española fue debida, además de a las carencias en la responsabilidad en el transporte marítimo que, hoy en día, siguen protegiendo los intereses de la industria petrolera, a los fallos y negligencias institucionales a la hora de tomar decisiones desde que el Prestige lanzó el 13 de noviembre de 2002, hace hoy 11 años, la señal de socorro.
"Este proceso demuestra que los culpables políticos no pagan, que las empresas culpables no pagan y que no se hace justicia cuando se trata de defender el medio ambiente ni a las personas", ha declarado Raquel Montón, responsable de la campaña Energía de Greenpeace España. "Hace 11 años Greenpeace fue testigo en Galicia de lo que ocurrió con el Prestige. Hoy dedicamos nuestros esfuerzos a liberar a 30 compañeros encarcelados en Rusia por denunciar lo mismo, que los intereses petrolíferos siguen siendo más importantes que el medio ambiente para los Gobiernos y la industria".
La organización ecologista insiste una vez más en que la decisión de alejar el buque fue uno de los mayores errores cometidos, la información ofrecida por las distintas administraciones a la población fue escasa, insuficiente y, en ocasiones, falsa. Y la insuficiente valoración de la dimensión medioambiental del siniestro fue la última de las tres causas principales de la negligente gestión del accidente del Prestige. A esto se suma que la industria petrolera aprovecha los recursos naturales pero no se hace cargo de su responsabilidad con las consecuencias derivadas de su actividad económica.