Comunicado de prensa - noviembre 19, 2013
Ayer se comunicó a tres de los encarcelados que saldrán bajo fianza con cargos, mientras que a otro se le prolongó tres meses la prisión, por lo que se desconoce que pasará con el resto.
Un grupo de activistas de Greenpeace ha desplegado una pancarta de 40 metros cuadrados en la sede de Shell en Madrid con el mensaje "Salva el Ártico #FreetheArctic30". Además, bajo la misma aparecen 30 fotografías de los activistas de Greenpeace y de los dos periodistas independientes detenidos en Rusia por defender el Ártico. Con esta acción pacífica Greenpeace pide a Shell que exija a su socio en el Ártico Gazprom su intermediación para que todos los activistas encarcelados en Rusia sean liberados. Esta misma solicitud a Shell ha sido transmitida en una carta del director ejecutivo de Greenpeace España, Mario Rodríguez, que han entregado representantes de Greenpeace en la sede de la petrolera.
Cuando los activistas intentaron escalar la plataforma petrolera del gigante energético Gazprom, el 18 de septiembre, la compañía llamó a las autoridades rusas para intervinieran. 24 horas más tarde, un comando armado de las fuerzas especiales rusas abordó ilegalmente el barco de Greenpeace, Arctic Sunrise, y detuvo a los 30 pasajeros a bordo (28 activistas y dos periodistas independientes). Las autoridades rusas informaron a Gazprom de que "se había prestado la asistencia solicitada". Gazprom ejerce una clara influencia sobre las autoridades rusas y debe hacer todo lo que esté en su mano para liberar a los activistas y periodistas independientes. Sin embargo, solo lo hará si siente la presión allí donde más le afecta, por ejemplo si su socio tecnológico y financiero, Shell se lo pide.
Gazprom está a punto de firmar un importante acuerdo con Shell. La petrolera anglo-holandesa se ha comprometido a proporcionar la tecnología y experiencia obtenida en su programa de perforación en el Ártico. Shell, por tanto, planea invertir millones en el programa de perforación ártica de Gazprom, una vía de negocio importante dado los problemas en las operaciones e inversiones que Shell ya ha tenido en el Ártico norteamericano.
Han pasado más de 60 días ya desde que el barco de Greenpeace, el Arctic Sunrise, fuera abordado en aguas internacionales y toda la tripulación detenida por las autoridades rusas tras realizar una acción pacífica que estaban realizando para alertar de los peligros de la explotación petrolífera en el Ártico que está llevando a cabo la petrolera rusa Gazprom.
Primeras liberaciones bajo fianza
En una vista celebrada ayer, se comunicó que dos miembros de la tripulación y el fotógrafo independiente (los tres de nacionalidad rusa) podrán salir de prisión en libertad bajo fianza, aunque siguen acusados de vandalismo y aún no les han sido retirados los cargos de piratería por lo que podrían ser condenados hasta a 20 años de cárcel. Por el contario, para otro de los activistas, el juez dictaminó tres meses más de cárcel, como había solicitado el Comité de Investigación.
"Si Shell quisiera defender la libertad de expresión y ver a todos los 30 del Ártico puestos en libertad, debe presionar a su socia Gazprom realizando una llamada. Pero al permanecer en silencio, es difícil llegar a la conclusión de que Shell esté haciendo algo diferente que no sea anteponer su acuerdo petrolero en el Ártico antes que la liberación de estos presos de conciencia", ha declarado Julio Barea, responsable de Energía de Greenpeace. "Es desastroso para la reputación de Shell, y sus negocios, que se asocie con una empresa que se dedica a silenciar la protesta pacífica. Pedimos que Shell, como socia de Gazprom, presione a Gazprom para ayudar a liberar a los 30 del Ártico", ha añadido.