Comunicado de prensa - octubre 10, 2012
Más de 70 activistas de Greenpeace están realizando pruebas de resistencia pacíficas desde ayer en las centrales nucleares suecas. Los activistas han demostrado a los reponsables de la seguridad nuclear que es necesario cerrar de inmediato estos reactores.
Desde las 7:30 de la mañana del martes unos 50 activistas utilizaron escaleras para acceder a la planta de energía nuclear Forsmark y verificar el nivel de seguridad de la instalación. Al mismo tiempo, otros 20 activistas, con el mismo propósito, entraron con sus bicicletas en la central nuclear de Ringhals. Tras la detención de los activistas por parte de la policía ayer por la tarde, hoy a las ocho de la mañana Isadora Wronski, responsable de la campaña de Energía de Greenpeace Internacional, ha informado a través de Twitter de que todavía se encontraban en el techo de la instalación de Ringhals. Comenzó la búsqueda intensa de los activistas, y una hora después les han encontrado.
"Greenpeace está demostrando lo que la Comisión Europea insinúa, que las centrales nucleares europeas no superan con éxito las pruebas de resistencia", ha declarado Raquel Montón, responsable de la campaña Nuclear de Greenpeace.
"La organización ecologista recuerda que esta acción se está realizando de manera pacífica y responsable, y está demostrando que la energía nuclear expone a las personas a riesgos inaceptables", dice Annika Jacobson, directora de campañas de Geenpeace en Suecia.
Tras la catástrofe nuclear de Fukushima se anunció la realización de estas pruebas de resistencia que se presentarán al Consejo Europeo el próximo 18 y 19 de octubre. La Comisión Europea presentó el pasado 4 de octubre su evaluación sobre las mismas, y concluyó que había encontrado deficiencias, aunque no ha considerado algunos aspectos fundamentales como los fallos múltiples que ocurrieron en Fukushima o los referentes a la preparación de seguridad para las amenazas externas o desde el aire. Tampoco se consideraron el envejecimiento de las centrales atómicas y, por lo tanto, estas pruebas no detectaron los fallos revelados en las centrales nucleares belgas Doel-3 y Tihange 2 cuyas vasijas del reactor fueron fabricadas por la misma compañía que fabricó las de Garoña y Cofrentes, cuya documentación está examinando actualmente el CSN.
La ministra de Medio Ambiente de Suecia, Lena Ek, mantendrá conversaciones hoy con las dos compañías propietarias, Vattenfall y E.ON para conversar sobre la seguridad en las centrales.